Abrieron dos espacios de acompañamiento educativo para chicos y chicas entre 13 y 17 años
Los Puntos Joven se abrieron en Santa Lucía y Sargento Moya con el objetivo de acompañar las trayectorias educativas de los jóvenes y prevenir el Trabajo Infantil (TI).
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En Tucumán se abrieron durante el mes de mayo dos nuevos Puntos Joven en Santa Lucía y Sargento Moya. Se trata de espacios destinado a chicos y chicas de entre 13 y 17 años que viven en zonas rurales con el objetivo de acompañarlos en las trayectorias educativas y prevenir el Trabajo Infantil (TI).
Estos espacios cuentan con docentes, tutores, equipos informáticos, conexión a Internet e instalaciones preparadas para el contexto actual de emergencia sanitaria por la pandemia. Las mismas surgieron a partir de la articulación de los gobiernos locales de Santa Lucía y Sargento Moya, referentes de empresas agrícolas de la Asociación de Productores de Arándanos de Tucumán, Salta y Catamarca (APRATUC) y el Comité Argentino de Blueberries (ABC), junto a la organización no gubernamental Desarrollo y Autogestión (DyA).
Se trata de espacios gratuitos abiertos de lunes a viernes, en horario diurno y cuentan con un sistema de turnos para cuidar a sus participantes cumpliendo con los protocolos aprobados por las autoridades sanitarias a propósito de la pandemia de COVID-19.
Adrián Baron, integrante del equipo educativo de DYA, contó que “los Puntos Joven vinieron a disminuir una de las desigualdades de origen de la población estudiantil y facilitar el cursado de los adolescentes”. Además, consideró que durante el contexto de pandemia “se mostraron grandes diferencias entre sectores para sostener la escolaridad no presencial”. “La disponibilidad de conectividad y la disponibilidad de recursos tecnológicos fue la variable fundamental que definió el proceso escolar. Aquellas escuelas que no contaban con esos recursos prácticamente le resulto imposible sostener la escolaridad, la cotidianidad educativa”, agregó.
A su vez, remarcó que no sólo se propone un acompañamiento “que permita la resolución de los aspectos académicos, si no de toda la complejidad que supone sostener la escuela secundaria, que ya fuera de la pandemia se amplia esa complejidad”.
Los y las estudiantes secundarios de estas comunas utilizan los Punto Joven para tomar clases virtuales, recibir apoyo en las tareas escolares, contar con conexión wi-fi, tomar talleres de habilidades socioemocionales y desarrollar sus capacidades a través de la alfabetización digital.
“Creemos que tiene un impacto en la prevención del Trabajo Infantil porque la permanencia en la dinámica escolar ayuda que esos jóvenes no tengan la alternativa inmediata del trabajo que reemplace la escolaridad”, remarcó Barón.
Estos espacios sostienen la escolaridad necesaria en el presente y amplían el horizonte en la construcción y proyección de otras realidades para soñar otros futuros posibles diferentes a las ofertas muchas veces limitadas en el contexto en el que viven.
*FARCO es parte de la campaña Enfrentemos la pandemia #SinTrabajoInfantil, de la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe Libres de Trabajo Infantil.
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