Privatización de medios públicos, ¿amenaza, provocación, o posibilidad?: debate de ida y vuelta
Desde la dimensión del derecho a la información o desde el impacto económico, la sindicalista y el profesional analizan la aparente ofensiva para privatizar empresas estatales, y en especial los medios públicos: ¿es una amenaza, es una provocación, es una posibilidad real?
“El objetivo de Télam no es ser rentable o generar una ganancia, sino asegurar el acceso a la información de todos los ciudadanos”, advierte Andrea Delfino, la delegada del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA) en esa empresa pública, ahora en el centro de la escena por las aparentes ansias privatizadores del gobierno que se viene.
“No hay ningún país desarrollado que haya suprimido el Estado. Y legalmente no puede privatizarse nada si no pasa por el Congreso. Pero todo es posible en el Mundo Milei”, ironiza, o no tanto, el contador y docente universitario José María Rinaldi.
Desde la dimensión del derecho a la información o desde el impacto económico, la sindicalista y el profesional analizan la aparente ofensiva para privatizar empresas estatales, y en especial los medios públicos: ¿es una amenaza, es una provocación, es una posibilidad real? Sobre ese asunto se reflexiona en el capítulo número 21 del programa “De Ida y Vuelta, debates del campo popular”, que se difunde en las emisoras del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) y suena también en Spotify.
«Todo lo que pueda estar en manos del sector privado estará en manos del sector privado», dijo el presidente electo sobre un programa que necesita el acuerdo del Congreso.
Javier Milei tiene como proyecto principal privatizar todo lo que pueda y mantener a los mercados «libres de intervención estatal». Dentro de este plan, comenzará por los medios de comunicación públicos y la petrolera YPF.
Radio Nacional aglutina 50 emisoras. Desde Ushuaia e Islas Malvinas a Tartagal, la radio tiene cobertura efectiva, y es esencial sobre todo en la ruralidad, donde las emisoras comerciales no llegan.
El sistema público cuenta además con las frecuencias emitidas desde Radio Nacional Buenos Aires: Nacional Rock, Folklórica, Clásica y la Radiodifusión Argentina al Exterior.
En el mes de octubre, el Indec publicó la cantidad de empleados de las sociedades de medios públicos sobre los datos de septiembre.
Télam cuenta con un staff de 829 trabajadores; Radio y Televisión Argentina S.E de 2382, y Contenidos Públicos S.E, de 244.
Télam, Radio Nacional y la TV Pública recibieron $24.517 millones en 2022 y entre las tres emplean a más de 3.400 personas, muchos de los cuales podrían ver en riesgo sus fuentes de trabajo con el plan de privatización.
La autonomía financiera de Télam se ubica en un 65,1%, Radio y Televisión Argentina S.E, en un 22,6%, y Contenidos Públicos S.E, en un 17,9%. El restante financiamiento se cubre con asignaciones presupuestarias.
“Sobrevivimos a todas las intentonas”
Andrea Delfino delegada del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, reflexiona sobre la situación generada a partir del anuncio de diversas privatizaciones, entre ellas las de los medios públicos:
“No es la primera vez que un gobierno neoliberal promueve el desfinanciamiento o el cierre de los medios públicos. Hemos sobrevivido a todas esas intentonas por medio de mucha organización de los trabajadores, que es la respuesta colectiva viable”.
Además agregó: “Es la enunciación de una política que no sorprende a nadie, porque toda la campaña (Javier Milei) priorizó lo privado sobre lo público. Es como que se cae de maduro. Nos usa como instalación política porque quienes trabajamos en los medios públicos tenemos un nivel de exposición importante frente al que su núcleo duro de votantes quiere respuestas inmediatas”.
La representante sindical remarcó que cualquier intento de privatización debe pasar por el Congreso: “No significa que estemos tranquilos, a nadie le gusta venir a trabajar pensando que quizá la empresa no exista en un mes. Pero pedimos que se mantenga la calma, que no haya respuestas individuales a la violencia, que nos desgastan. La única respuesta con sentido es la colectiva”.
En cuanto al rol de los medios públicos Delfino destacó que es poco lógico pedirle a un privado que haga una inversión para que no sea rentable: “En su razón de ser existe la ganancia. Los medios públicos aseguran derecho a través de esas empresas públicas, llegan adonde el privado no llega porque no es negocio”.
“La cuarta temporada”
Jose María Rinaldi, contador y licenciado en administración y docente universitario, advierte que la mirada neoliberal inicia ahora su cuarta temporada, con el detalle inaugural del “anarco capitalismo”.
“No hay ningún país desarrollado que haya suprimido el Estado. Pretenden dejar sólo 8 puntos de gasto público, en los países desarrollados en promedio este índice es de 41 puntos”, desecha como posibilidad racional. Y resume: “Explícitamente nos traslada al Siglo XIX como una verdadera panacea para que ‘Argentina vuelva a ser potencia mundial’, que nunca lo fue”.
“Lo que se promete nunca tuvo evidencia empírica positiva en ningún lugar del mundo”, insiste.
Apunta y compara: “La primera experiencia fue a sangre y fuego, comenzó con el Rodrigazo y siguió con la dictadura. La segunda temporada fue la convertibilidad que terminó con la gran crisis de 2021. La tercera temporada fue la de (Mauricio) Macri, profundamente dañina. Esta cuarta temporada tiene una adición: el anarco capitalismo, la promesa de eliminar el Estado y ante la protesta el garrote”.
Ante la pregunta de si es posible privatizar los medios públicos Rinaldi responde: “Todo es posible en el Mundo Milei”. Y agrega: “Legalmente no, tiene que pasar por el Congreso. Sería tan imposible como eliminar el Banco Central o eliminar la Coparticipación, o imponer una dolarización. Escuché comparaciones de Milei con Fujimori, que ante escollos legales eliminó el Congreso. Son personas co-generacionales, hijos de la hiper y con la misma actitud”.
-¿Qué incidencia real tendría una privatización de los medios desde el punto de vista económico?
-Lo importante es instalar como comunicación a los medios dominantes. Siempre un proceso económico marcha en paralelo a los procesos socio-culturales; eso ocurre solo si los medios cementan el proceso. Pero si hay medios disidentes no se permite que esto es “estar bárbaro”, que es “la libertad” o que “vivimos en Disney”.