Tras el anuncio por parte de la ministra Patricia Bullrich de la creación del Servicio Cívico Voluntario en Valores, continúan los repudios al gobierno nacional y el rechazo a Gendarmería como organismo de educación para jóvenes y adolescentes.

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Tras el anuncio por parte de la ministra de seguridad Patricia Bullrich, continúan los repudios al gobierno nacional por la creación del Servicio Cívico Voluntario en Valores para jóvenes y adolescentes.

“Es una iniciativa enormemente importante, es una experiencia de formación en valores en responsabilidad, en la posibilidad de que los jóvenes comiencen a ver su camino hacia la libertad, hacia la libertad y hacia una orientación vocacional”, dijo la ministra el pasado martes.

Desde el momento de su anuncio, la propuesta del gobierno nacional generó muchos rechazos. Recientemente, el propio premio nobel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel, sumó sus críticas contra la iniciativa también por abarcar a jóvenes de entre 16 a 20 años, edades propias de chicos y chicas cuya formación por ley está a cargo de la escuela secundaria.

En comunicación con FM La Nueva de Formosa, Pérez Esquivel se manifestó en defensa de la educación pública, rechazando a Gendarmería como órgano de instrucción previsto en el flamante Servicio Cívico Voluntario:

“Si tenemos que hablar de educación, están las escuelas públicas, libres y gratuitas. Y no tienen porqué ir a los cuarteles para militarizarse. Gendarmería no está dando el ejemplo para educar en valores. Tenemos lo de Santiago Maldonado y tenemos muchos otros accionares de Gendarmería que realmente son preocupantes y que nos están mostrando el otro rostro de lo que es Gendarmería», dijo Pérez Esquivel, quien agregó que «hubiese sido mucho más interesante consultar con educadores y que no se larguen a estas improvisaciones que no tienen absolutamente ningún objetivo claro».

Por último, Pérez Esquivel consideró al proyecto como «colimba encubierta«, instándolo al gobierno nacional a «cambiar esa actitud ideológica de sometimiento a la población (…) Sería bueno que el gobierno recurra a los ámbitos que corresponden y no inventar una colimba encubierta. Hay ámbitos en los que se puede educar a los jóvenes de otra forma y no es en los cuarteles”, indicó el premio nobel de la paz.

Según la resolución oficial, el Servicio Cívico Voluntario en Valores busca «fortalecer los valores democráticos y republicanos, ofrecer talleres que permitan adquirir nuevas destrezas y habilidades, fomentar la inclusión, educación, superación y liderazgo en búsqueda de la cohesión social; brindar herramientas que permitan la futura elección profesional, generar el sentido de responsabilidad entre los voluntarios en relación con sus deberes cívicos, fomentar el desarrollo de distintas capacidades que los fortalecerán para la autonomía y madurez integral”.

Los anuncios de la ministra Patricia Bullrich no sólo generaron el repudios de diversos sectores de la ciudadanía, sino que también pusieron en el centro de la escena a las fuerzas de seguridad como «valor social», resurgiendo algunos discursos pro militares.

El intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, fue un poco más allá del Servicio Cívico Voluntario, y reclamó por la vuelta del Servicio Militar Obligatorio, refiriéndose a las mujeres y personas discapacitadas: “Para las mujeres también debería ser. Además lo haría también para los discapacitados. Aprenderían a tener orden, a tener disciplina, en muchos casos a ser higiénicos». Y por último remató: “Si usted incluye a los discapacitados les daría un motivo para vivir”.

La propia ministra Bullrich aseguró que «la Gendarmería es la institución más valorada, mucho más que la educación pública”.

A lo que en su visita por Córdoba, el pre candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, se refirió al tema y respondió a Bullrich: “La verdad que la ministra diga que está mejor valorada la Gendarmería que la educación, es para ponerse un cero a sí misma. Lo que nosotros necesitamos, son chicos que estudien, investigadores que investiguen, una inversión en ciencia y tecnología creciente para que nos podamos hacer dueños del futuro. A eso hay que entenderlo de una vez por todas. La educación no es un gasto aunque Macri crea que así lo sea, y Bullrich también”.
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