A dos años del terremoto que afectó a la provincia
El reloj marcaba las 23.46 cuando el sismo generó un importante nivel de daños materiales en casas, edificios, calles y rutas de la provincia. En el paraje El Abanico, Departamento Pocito, unas 50 familias perdieron sus viviendas. Foto: Radio La Lechuza.
Escuchar/Descargar el reporte de Germán Montoya desde Radio La Lechuza de Pocito, San Juan.
Este 18 de enero se cumplen dos años del terremoto de magnitud 6.4 en la escala de Richter que provocó daños materiales en calles, rutas y viviendas en distintas zonas de San Juan y del que, afortunadamente, no se lamentaron personas fallecidas.
El reloj marcaba las 23.46 cuando el sismo generó un importante nivel de daños materiales. En el paraje El Abanico, Departamento Pocito, unas 50 familias perdieron sus viviendas. En agosto pasado, cuando se cumplía un año y medio del fenómeno natural, familias de la zona reclamaron que se entreguen los lotes prometidos para construir las casas que el terremoto derrumbó.
“Nadie se va a olvidar la tristeza que fue ese día. Al otro día ver todo el desastre que había, vecinos que habían perdido casas, eso es lo más triste y terrible de recordarlo”, expresó Yohana Oro, vecina del paraje El Abanico, al sur de San Juan.
La vida de las familias del lugar no fue la misma a partir de ese día. A partir de lo sucedido, surgieron experiencias que cambiaron las relaciones en la comunidad. Nidia Bazán sostiene que “la solidaridad” y “la capacidad de dar de forma rápido, incluso mucho antes que accione el gobierno” fueron claves para los primeros momentos luego de la tragedia.
En El Abanico uno de los lugares que motorizó e impulsó el levantamiento de la zona fue la radio comunitaria La Lechuza, donde la organización popular creó un comedor para darle de comer a cientos de personas durante esos días. Entre otras tareas, también se organizaron grupos de trabajo para remover escombros y ayudar a las familias que más lo necesitaron.
“La organización lleva a buen puerto. Muchas veces uno a su manera trata de conseguir hablar con una persona haciendo todo solo, pero nos dimos cuenta que trabajar en equipo y organización beneficia a toda la comunidad”, destacó Bazán.
Por su parte, Miguel Ambas, comunicador popular y uno de los referentes de La Lechuza, indicó que la organización preexistente fue clave para articular respuestas coordinadas.
“Es muy loco pensar que hubiera pasado si La Lechuza no hubiese existido. Tal vez si uno ve lo que pasó en otras comunidades que también sufrieron daños importantes puede sacar la conclusión de que fue muy importante para nuestra comunidad el hecho de que existía una organización previa que rápidamente coordinó y evitó el sálvense quien pueda”, resaltó.
