La detención del prefecto que asesinó al joven mapuche Rafael Nahuel hecha por tierra la versión oficial de que se trató de un enfrentamiento y que la fuerza de seguridad actuó frente a una agresión.

El prefecto Francisco Pinto fue detenido acusado de efectuar el disparo que asesinó al joven mapuche Rafael Nahuel en Villa Mascardi, cerca de San Carlos de Bariloche, durante una recuperación territorial de la que participaba. La acusación por homicidio agravado fue confirmada por la Cámara Federal de General Roca y el juez federal Leónidas Moldes ordenó su prisión, que se concretó ayer en la localidad de San Isidro, provincia de Buenos Aires.

En declaraciones al canal comunitario Wall Kintun TV, Rubén Marigo, integrante de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH), organización querellante en la causa, confirmó que Pintos está detenido en un instituto penitenciario de la provincia de Buenos Aires. «El delito que se le imputa tiene una pena máxima que supera los 33 años de prisión, por lo cual el juez entiende, al igual que nosotros, que podría haber peligro de fuga, por eso está detenido y va a estar a disposición del tribunal hasta que se llegue a juicio«, expresó.

Con la detención de Pintos por homicidio agravado, queda desvirtuada la versión que intentó instalar en este año y medio el gobierno nacional, a través de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de que había habido un enfrentamiento y que los prefectos respondieron a una agresión. 

Según explicó Marigo, los argumentos quedaron totalmente desmentidos por el juez y la Cámara, e incluso podría llegar a ser motivo de denuncia contra funcionarios.

«Estamos evaluando a nivel nacional hacer las denuncias correspondientes contra quienes desviaron la información, tanto en este caso como en el de Maldonado. Hay un claro incumplimiento de los funcionarios públicos y una injerencia en el poder judicial que se está estudiando a nivel nacional para hacer  las denuncias pertinentes» manifestó el abogado de la APDH.

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