Un estudio reveló la presencia del coronavirus en las aguas del lago San Roque
El virus se detectó en tres puntos de la cuenca: el balneario El Fantasio, la desembocadura del Río San Antonio y la bahía municipal, en el centro de la ciudad de Carlos Paz. Aún queda pendiente una nueva etapa para determinar si ese genoma pertenece a partículas con la capacidad de infectar a personas que entren en contacto con el agua.
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El médico y magister en salud pública, Emilio Iosa, realizó una investigación con la colaboración del Instituto de Virología de la Universidad Nacional de Córdoba, en la que encontraron el genoma del coronavirus en las aguas recreativas del lago San Roque, en el corazón de la provincia de Córdoba.
“El genoma de un virus viene a ser como la patente de un auto. Tenemos un auto marca Volkswagen modelo Gol con una patente que nos permite saber exactamente de quién es ese auto, a quién pertenece, cuándo fue comprado. El genoma del virus es muy parecido. Nos permite tener la certeza de que el SARS-CoV2, el coronavirus productor de la enfermedad del Covid 19 está ingresando a las aguas superficiales de los balnearios y del lago San Roque”, explicó el profesional de la salud a VillaNos Radio.
Gisela Masachessi, una de las investigadoras del Instituto de Virilogía partícipes de la investigación, contó que hace 10 meses estudian ocho puntos del lago San Roque, como “las desembocaduras de los ríos más importantes como el medio del lago, el inicio del río Suquía, algunos balnearios específicos e importantes para el turismo”.
“El muestreo del 25 de mayo, al procesar estas aguas, los resultados dieron con que habíamos hallado el genoma del virus SARS-CoV2 en tres de los ocho puntos”, remarcó.
El virus se detectó en tres puntos de la cuenca: el balneario El Fantasio, la desembocadura del Río San Antonio y la bahía municipal, en el centro de la ciudad de Carlos Paz. Aún queda pendiente una nueva etapa para determinar si ese genoma pertenece a partículas con la capacidad de infectar a personas que entren en contacto con el agua.
Iosa consideró que se trata del “corolario de un estado de contaminación fecal histórico, inmenso y escondido” de esas aguas. Y agregó: “Es una situación insostenible a nivel sanitario y turístico de una ciudad como la nuestra”.
El lago es el motor económico del turismo en la región y la fuente de agua de más de un millón de personas en la capital cordobesa. Pero la contaminación lo transformó en un espejo verdoso y un problema para la salud de quienes viven en sus cercanías.