Segunda jornada de debate de la legalización del aborto en comisiones de Diputados
De manera remota, los y las legisladores y expositores participan de la segunda jornada de debate del Proyecto de la interrupción voluntaria del embarazo que se trata en plenario de comisiones de la Cámara de Diputados. El mismo continúa a partir de las 14.
Este miércoles comenzó la segunda jornada de debate sobre la legalización del aborto en el plenario de comisiones de Legislación General, Mujeres y Diversidad, Legislación Penal, y de Salud de la Cámara de Diputados.
La primera parte de la actividad fue entre las 10 y las 13, mientras que se prevé una segunda a partir de las 14 hasta las 19 horas de hoy.
Como sucedió en la apertura del debate ayer, las y los expositores a favor y en contra cuentan con 7 minutos para dar sus argumentos y reciben preguntas de los diputados y diputadas.
Una de las posturas en contra del Proyecto de Ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) fue la del abogado Nicolás Laferrieri, quien consideró que “la primacía que se otorga al aborto queda patente cuando el artículo 5 del Proyecto obliga al personal de la salud y a las autoridades a suministrar información sobre aborto cito, incluso si no hay una solicitud explícita”, mientras que en el Plan de los 1000 días “no se establece una obligación así”.
“Es decir, hay obligación de informar sobre aborto, sólo vinculado con el aborto”, apuntó Laferrieri.
En otro tramo de su exposición expresó que “la madre también verá recortada su libertad por las presiones que el proyecto impone al profesional de la salud cuando lo amenaza con sanciones si afirma algo que contradiga la voluntad de abortar”. Y agregó: “En efecto, el proyecto en su artículo 14 propone crear un nuevo delito, que amenaza a los profesionales de la salud con penas de prisión desde 3 meses a 1 año para quien dilatare injustificadamente, obstaculizare o se negare a practicar un aborto”.
En contraposición a la postura del letrado, la abogada Soledad Deza manifestó: “Será un desafío titánico del Estado garantizar a la población que la libertad de culto de algunos y algunas no consolide la subalternidad sanitaria de otras, que también tienen libertad de conciencia”.
“No se trata de acordar moralmente con el techo del aborto, si es bueno o es malo, si es moralmente reprochable o no. Se trata de pensar en la inmoralidad de una penalización que se cobra vidas y muertes todas evitables, no importa cuantas”, indicó.
Antes de finalizar, afirmó que “la penalización del aborto es insalubre”. Y completó: “La legalización es una deuda de la democracia que exige dejar de lado las creencias propias para evitar perpetuar violencias ajenas”.