Miercoles 26 de Junio del 2024 - Corrientes

Miles de familias agricultoras sufren las consecuencias del cierre del programa Pro Huerta

Luego de 34 años de trabajo, desde mayo, el gobierno dio de baja el Pro Huerta afectando a miles de familias agricultoras en su producción de alimentos para los pueblos y ciudades. Fue un impacto muy fuerte para las familias beneficiarias que hoy no tienen la posibilidad de recibir las colecciones de semillas, tampoco los pollitos y la ayuda para redes de agua.

Escuchar/Descargar el reporte de Jorge Solari desde el Instituto de Cultura Popular (INCUPO).

Por falta de fondos, desde el mes de mayo, el gobierno de Javier Milei, dio de baja el Pro Huerta, un programa nacional creado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con reconocimiento mundial, que entregaba por año un millón de kits de semillas a familias de menores recursos, para sostener la producción de alimentos en 600 mil huertas familiares, escolares y comunitarias.

A su vez, distribuía unos 200 mil pollitos para granjas agroecológicas y promovía la capacitación ambiental y alimentaria, llegando a cerca de 4 millones de personas.

Este trabajo era implementado por unos 40 técnicos, personal del INTA y unos 9000 promotores y promotoras voluntarias, como Tomasa “Pani” Vallejos, agricultora familiar de la zona de Itatí, en Corrientes, quien aseguró que el Programa “fue una gran ayuda para el pequeño productor”.

“Como promotora del Pro Huerta hace 22 años, llevando las semillas, ayudando a la siembra, con proyectos para acceso al agua. Entregamos pollitos y gallinas para carne y huevos que algunas veces entregábamos a comedores comunitarios y merenderos”, remarcó.

“Es muy difícil la situación que estamos pasando, con dificultades económicas, mucho desempleo. Un problema que veníamos acarreando desde hace mucho tiempo. Pero con el Pro Huerta la gente bien o mal iban amortiguando su autoconsumo, con producción de verduras y gallineros…pero con este recorte el hambre cada vez va a ser más grande”, insistió.

Luego de 34 años de trabajo, desde mayo, el gobierno dio de baja el Pro Huerta afectando a miles de familias agricultoras en su producción de alimentos para los pueblos y ciudades. Fue un impacto muy fuerte para las familias beneficiarias que hoy no tienen la posibilidad de recibir las colecciones de semillas, tampoco los pollitos y la ayuda para redes de agua.

“Es lamentable como han dado de baja a muchos programas de ayuda al agricultor familiar”, reclamó Estela Ojeda, promotora del Pro Huerta de la zona de Goya, Corrientes.

Si bien muchas organizaciones campesinas e instituciones alzaron sus voces de protestas frente al recorte del Pro Huerta, se escuchó muy poco, casi nada, el reclamo de representantes políticos y legislativos en defensa de esta política pública que aseguraba la alimentación de miles de familias rurales y urbanas de nuestro país.

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