La agricultura familiar reclama su lugar en la conducción del INTA, copada por los grupos más poderosos
De los 10 lugares que conforman el Consejo Directivo del INTA, 5 están ocupados por las entidades más poderosas que agrupan a los grandes empresarios del campo y el agronegocio.
Escuchar/Descargar el reporte de Melisa Villalba desde Radio Pueblo de Dean Funes, Córdoba.
La agricultura familiar reclama su lugar en la conducción del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Hasta ahora el organismo está controlado sólo por las entidades más poderosas que agrupan a los grandes empresarios del campo y el agronegocio.
En ese marco, las organizaciones nucleadas en la Federación de Organizaciones nucleadas de la Agricultura Familiar (FONAF) emitieron una solicitada en la que exigen integrar el Consejo Directivo del INTA e impugnar el decreto 287/1986 que consideran arbitrario y discriminatorio.
De los 10 lugares que conforman el Consejo, 5 de ellos están ocupados por la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), la Federación Agraria Argentina (FAA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA). Estos grupos representan “a la agricultura de exportación y los agronegocios”, criticó la Federación. Los escaños restantes los completan las universidades, el Ministerio de Agricultura y el Poder Ejecutivo Nacional.
“La Agricultura Familiar representa el 65 por ciento de los establecimientos agropecuarios del país, ocupa el 13 por ciento de las tierras cultivadas, genera el 20 por ciento de la producción y el 54 por ciento del empleo rural. Esto según datos brindados por el mismo INTA”, explica el Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra en sus redes sociales.
Horacio Britos, técnico de la Secretaría de Agricultura Familiar e integrante del Movimiento Campesino Indígena Somos Tierra Córdoba, aseguró que “lo que se reclama puntualmente es abrir el debate político”.
“Las nuevas camadas de investigadores que se están organizando en distintos colectivos, ya ponen en discusión no solamente la injusta distribución política que hay en la membresía del Consejo Superior del INTA sino también la agenda, los recursos destinados a investigaciones de desarrollo para los más pequeños y para los productores familiares”, contó en comunicación con Radio Pueblo.
Britos consideró que “la resistencia de la patronal agropecuaria y de los medios hegemónicos generan ninguneo” hacia el sector de la agricultura familiar “cuando en realidad la discusión de fondo es política”.