Golpe en Bolivia: familiares de Sebastián Moro reiteraron el pedido de justicia por su muerte
El periodista mendocino murió en La Paz mientras los golpistas derrocaban al expresidente Evo Morales, en noviembre de 2019.
Escuchar/descargar el reporte de Radio Tortuga de Alta Gracia, Córdoba
Mientras se conocía la provisión de material bélico por parte del Gobierno de Mauricio Macri a la dictadura que derrocó al presidente boliviano Evo Morales en noviembre de 2019, resuena el nombre de Sebastián Moro, periodista mendocino que estaba radicado en el vecino país, que murió de forma repentina y sospechosa después de reportar sobre el Golpe de Estado.
Tras perder contacto con él, su familia logró que una persona cercana fuera a buscarlo a su domicilio. En la mañana del 10 de noviembre, lo encontraron desvanecido y fue internaron en una clínica donde se conoció que había sufrido un Accidente Cerebro Vascular (ACV) y politraumatismos, según consta en la historia clínica.
La familia de Moro arribó a Bolivia y estuvo con él hasta que finalmente falleció el 16 de noviembre.
La causal de la muerte no es clara y tampoco se realizó una autopsia. Por eso, familiares y amigxs sostienen que la investigación debe considerar los politraumatismos notificados en la historia clínica, su labor periodística y militancia por los derechos humanos para saber si Sebastián pudo haber sido víctima del golpe de Estado.
Raquel Rocchietti, madre de Moro, contó a Radio Tortuga que en Bolivia “había violencia civil, después se sumó la policial, la militar y la paramilitar. Tenemos presunción de que previo a su ACV, pudo haber sido perseguido y golpeado”.
Explicó Rocchietti que se está trabajando con una abogada en aquel país y otra en Argentina para esclarecer el hecho, que también el hecho fue denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y destacó el apoyo por parte de los organismos de Derechos Humanos y medios comunitarios, como los que promovía su hijo.
Por último, señaló que la lucha no es sólo por él, sino también “por las víctimas de Senkata, Sacaba y Pedregal”, lugares donde la dictadura de Jeanine Añez dejó decenas de muertos y cientos de heridos.