Feminismos en la Cumbre de Base: “Nos necesitamos enteras, deseantes y felices”
¿Es posible una América Latina feminista? ¿Estamos viviendo una revolución? ¿Cómo enfrentarán los próximos desafíos los movimientos feministas? En la segunda jornada de la Cumbre de base, lxs participantes del segundo Foro Latinoamericano reflexionaron acerca del presente y futuro del feminismo.
En la tarde de la segunda jornada del 2do Foro Latinoamericano Cumbre de Base convocado por La Poderosa, en Porto Alegre, se llevó a cabo en Casa Do Gaúcho la ronda de «Matria Baja: feminismos y territorios«, donde se habló de los logros que el movimiento feminista consiguió en toda latinoamérica pero también los desafíos que está enfrentando.
La educadora popular argentina Claudia Korol, quien estuvo a cargo de la apertura y la moderación del debate, aseguró: “Nos necesitamos enteras, deseantes y felices”.
La voz de Rosalinda Santiz de Chiapas, México, fue quién dio comienzo a la ronda y quién habló de su comunidad indígena, el trabajo con mujeres tejedoras y sus derechos: «El tejido tiene un proceso, es como cada una de las que estamos aquí, tenemos un proceso de lucha».
Además contó las dificultades de las mujeres de la comunidad para estudiar y los desafíos que enfrentan: «Estas luchas para mi, estar en este encuentro, es llenar nuestra mente de energía y fuerza (…) quiero llevar esta fuerza y estos gritos de fortaleza, llevar estas energías a las mujeres de allá».
La licenciada Petronilha Beatriz Gonçalves e Silva, contó la situación en su país, Brasil: «En Brasil, predomina el sexismo, el patriarcado y la superioridad de los blancos. Somos 45 millones de mujeres negras. Y desde nuestro espacio luchamos contra el racismo, contra la segregación».
«Estamos en marcha porque somos muchas brasileñas. Estamos en marcha por el fin de los femicidios, contra el sexismo que producen los medios de comunicación, contra las prácticas sexistas y racistas en el trabajo, por el respeto y la tolerancia religiosa«, afirmó.
Laura Zúniga, hija de Berta Caceres, contó que ella es parte del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y del pueblo indígena Lenca, y la significación que tiene su lucha: «Mi madre Berta fue asesinada por luchar y enfrentarse a los distintos sistemas de opresión que vivimos en Honduras, en América latina y en el mundo».
«Entendimos que fue un ataque directo a los movimientos sociales. Especialmente al COPINH, que muchas veces ha derrotado a las políticas del Estado golpista y dictatorial para el pueblo Lenca. Pero nos costó mucho entender qué significaba para las mujeres y qué carga tenía para Berta Cáceres ser mujer en lucha, contra una empresa privada», explicó Zúniga y señaló: «Nos costó mucho entender que una de las cuestiones principales de su asesinato fue el hecho de ser mujer, y en un Estado militarizado y dictatorial, que una mujer se enfrente a sus políticas, es grave para ellos».
«Este asesinato intenta aleccionar a otras mujeres libres en Honduras y la región para neutralizarlas y parar las luchas», sentenció Zúniga.
Lilian Celiberti, docente de Uruguay, celebró y se solidarizó con la lucha feminista que se está dando en Argentina por ni una menos y la legalización del aborto. Asimismo remarcó que «muchas de las compañeras que lograron un feminismo popular enfrentaron un debate en sus propias organizaciones porque yo vengo de una izquierda que minimizó durante años la problemática de las mujeres y nuestros derechos a ser, a actuar, a dicidir y pensar y sobretodo a construir subjetibidad».
«Cuando hablamos de mujeres como Marielle y Berta estamos hablando de emblemas, que juntaron en su propio cuerpo la lucha antiracista, antilesbica, por un sueño de libertad», afirmó.
Celiberti finalizó subrayando que «nuestro cuerpo es nuestro territorio, y ese territorio hay que liberarlo porque tiene que ver con la autonomía, la soberanía y las otras luchas, el feminismo es el movimiento que más tiene que aportar a la emancipación».
Por Argentina, la psicóloga social y activista trans Marlene Wayar, habló sobre «la fuerza para seguir militando y no morir en el intento», y dijo que «fue el feminismo el que, interpelando a Lohana Berkins, Diana Sacayán, nos sacó de un solo posicionamiento que tenía que ver con el resentimiento y el miedo, con la impotencia de querer hacer mucho y no poder hacer nada. Nos hicieron poder pensarnos y que la estrategia estaba en la organización».
«Necesitamos una estrategia porque cuando un niño o una niña afro es maltratada en la escuela, vuelve a casa y en esa casa la africanidad la abraza. Cuando una niño o niña judía, una niña o un niño originario, es maltratado, vuelve a una casa que en eso lo o la abraza. Cuándo una torta, un travesti, una marica, un puto, vuelve a casa encuentra una casa heterosexual que no te puede abrazar. Mi ansia es por los niños y niñas que están naciendo hoy. Queremos hacer apuesta a una crítica muy fuerte a la paternomaternidad, no es para que sean heterosexuales, sino que no le impongan la heterosexualidad a sus hijos», explicó Wayar.
Marta Dillon, periodista argentina, comenzó hablando diciendo que cuando las mujeres se escuchan se «reconocen en el dolor (…) un dolor escrito en el territorio de los cuerpos».
«Todos los días hay una mujer asesinada por ser mujer, y más allá de luchar con alegría, que es lo que nos da fuerzas, no podemos olvidarnos de ese duelo permanente, no podemos olvidar que estamos atravesadas por heridas y cuando ponemos nuestras heridas en común es cuando nos hacemos fuertes, potentes, cuando nos hacemos manada, cuando podemos disputarle al patriarcado derechos como el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos«, expresó.
Dillon también habló sobre la importancia de la legalización del aborto: «Es urgente que los varones nos escuchen (…) el derecho es a decidir sobre nuestras vidas, no solo nuestro cuerpo, porque un hijo o hija condiciona el futuro para siempre, condiciona y lo alegra, dicidir por el aborto también es elegir maternidades deseadas».
La referente de La Poderosa, Claudia «negra» Albornoz, habló sobre la necesidad de un «profundo diálogo con otros feminismos» porque hay muchos «feminismos con privilegios que tienen que ver con la clase social» y a muchas mujeres empobrecidas «el capitalismo y el heteropatriarcado nos han robado las palabras».
Albornoz señaló que el diálogo es necesario porque «estamos muy cerca de explotar en esta revolución latinoamericana feminista, en la medida que dialoguemos y que nos entendamos profundamente las mujeres, las lesbianas, las travestis, las trans, todas adentro. Queremos decir al mundo entero que la revolución empezó en las calles en Argentina».
Además aseguró que hay que luchar entre los feminismos de distintas clases porque «es muy necesario que sigamos juntas en la pelea al heteropatriarcado, que en realidad nos mata, nos viola, nos abusa, nos invisibiliza (…) tenemos que entender los feminicidios, que responsabilisa al Estado, porque cuando los gobiernos nos abandonan, nos asesinan. Que las palabras cobren el valor necesario».
La investigadora cubana Yaniset Manzanares, contó que en su país más del 66% de las científicas y más del 45% en el Parlamento son mujeres. «El feminismo no solo me preocupa, sino que me ocupa. No es todo perfecto en Cuba. Te hace sentir privilegiada de que no tengamos feminicidios. Estoy orgullosa de haber compartido el espacio-tiempo con un hombre como Fidel«, aseguró. Pero señaló que «a pesar de los logros, no podemos decir que no tengamos desigualdad y violencia de género».
Manzanares profundizó y contó que en Cuba «las muchachas empiezan temprano las relaciones sexuales, muchas veces desprotegidas, y muchas veces cuesta que entiendan que se puede decir ‘no’ si el compañero no se quiere poner un condón. Porque por más que el aborto sea legal, cuando te acuestas en una camilla, tu vida es la que está en riesgo».
Asimismo agradeció el poder compartir ese espacio con mujeres de todo el continente: «Tenemos que salir de acá más unidas y fortalecidas», y propuso «crear una estructura de trabajo y trazar un plan de acción en común».
La integrante de La Poderosa, Jesica Azcurraire, sostuvo: “Llevamos como bandera la lucha de todas las mujeres de los barrios empobrecidos. Somos las voces de nuestras luchas en las barriadas. Y nunca más vamos a permitir que hablen por nosotras. Vamos a contar nosotras, con nuestras propias gargantas, qué es el feminismo villero”.
En el mismo sentido, Victoria Stefano, otra de las integrante de La Poderosa de Santa Fe, Argentina, se reconoció como «feminista villera»: «Nunca más nos callamos, mientras vivamos sigamos gritando, que nuestra voz se replique».
La artista Gloria de la Vega de La Rioja compartió una composición que realizaron las mujeres de Chilecito en un Encuentro de Mujeres.