"El hambre es un crimen": Marcha por los derechos de niños y niñas
Fue convocada por la Asamblea de organizaciones de niñez para denunciar el drama social que se vive en los barrios y reclamar políticas para niños y jóvenes.
Organizaciones de niñez marcharon la tarde del viernes desde el municipio de La Plata hasta la Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, bajo el lema “el hambre es un crimen”.
Frente a la sede del ejecutivo provincial, encabezado por María Eugenia Vidal, los niños y niñas y jóvenes leyeron un documento colectivo en el que denunciaron la falta de trabajo, el aumento de la pobreza, el abuso policial, el mal estado de las escuelas públicas, la criminalización y estigmatización de los medios de comunicación y de un sector de la sociedad.
«Los medios de comunicación muestran una realidad que no es, nos etiquetan, nos discriminan, nos muestran vagos, malos o delincuentes (…) queremos que nuestras voces también se escuchen en los medios de comunicación«, exigieron.
Los jóvenes también expresaron: «Marchamos porque todos y todas participamos en la política, y nos gusta saber de qué se trata, nos gusta hablar de qué vamos hacer con los gobiernos que gobiernan para que estemos peor, porque los gobiernos dicen que como somos chiquitas y chiquitos no tenemos derecho a saber de política.»
– Documento parte 1 – Documento parte 2Las voces de los pibes y las pibas
Los niños, niñas y adolescentes, quiénes fueron los protagonistas de esta actividad, dejaron su mensaje en el programa especial que realizaron las radios Farco en La Plata sobre la movilización.
Una de las jóvenes que eligió ser vocera de la marcha, Ludmila, contó que «hoy en día no se cumplen mucho de los derechos de las pibas y los pibes, tenemos muchos derechos vulnerados.» Ella se mostró inquieta porque «le ponen etiqueta» a los pibes de los barrios: «Nos dicen que todos los pibes son peligrosos, que salen a robar, por usar viseras nos ven mal, porque estamos en una esquina piensan que nos estamos drogando«, expresó.
Karen, tiene 15 años y participa de los talleres de Casa Joven, uno de los tantos emprendimientos de la Obra del Padre Cajade, lo que más le molesta es que «casi nunca escuchan a los pibes y nos prometen muchas cosas y después no cumplen», contó.
Karen reflexionó que «los chicos necesitamos que nos apoyen, que piensen en nosotros.»
Sofía y Martina, que colaboran con la Obra del Padre Cajade, contaron que «estamos buscando que no haya más violencia y que todo sea lo mas sano posible». Las chicas dijeron que el mensaje que pretenden dar es que «la gente abra los ojos y pueda mirar al que está al lado.»
Mica, militante de la organización Patria Grande que con 19 años trabaja en un merendero, alfabetizando niños y niñas, manifestó que «estamos acá porque queremos mostrar lo que vivimos todos los días en el barrio, queremos mostrar que no somos peligrosos, que tenemos derechos, que se nos están quitando, que la educación es cada vez mas precaria, el hambre, el trabajo en negro, y que esta estructura de gobierno nos está dejando en la pobreza.»
Maxi, de 17 años, militante del Frente Ciudadano por los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, señaló que piden un estado presente en las escuelas públicas, sobre todo las que están ubicadas en la periferia de La Plata: «Están abandonadas, los equipos de orientación no tienen herramientas para que los chicos no dejen la escuela porque tienen que ir a trabajar o porque tienen hambre, necesitamos una escuela preparada para decirle a los chicos que vayan a estudiar.»
Matías, otro de los voceros que forma parte de Casa Joven, dijo que «estamos protestando por el hambre, porque hay mucha inseguridad en las calles, hay menos ayuda en las escuelas, la policía no controla nada y lo único que hace es molestarnos cuando estamos en una esquina.»
Brisa, del Frente Ciudadano por los Derechos de Niños y Niñas, dijo que «los jóvenes queremos ser los que demos a conocer nuestra voz, y no que sean los adultos que hablen por nosotros.»