Contundente defensa del Centro Cultural La Toma ante el ataque de empresario y concejal macrista
El concejal de Cambiemos, Agapito Blanco, pidió informes sobre el funcionamiento del Centro Cultural, sobre el que pesa una orden de desalojo. Ante la masiva movilización en contra de esa actitud, la Comisión de Planeamiento del Concejo rosarino rechazó el pedido de Blanco.
En Rosario, organizaciones sociales y sindicales se convocaron en el centro de la ciudad para defender el histórico centro cultural conocido como La Toma, un espacio recuperado hace 20 años por los trabajadores y trabajadoras del supermercado que allí funcionaba.
Además de desarrollar actividades culturales, La Toma es sede de distintas agrupaciones de derechos humanos, como HIJOS, Juicio y Castigo, y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), entre otros. Es un lugar de encuentro, organización y punto de venta de la economía popular, entre varias actividades.
El conflicto comenzó cuando Agapito Blanco, empresario y concejal rosarino de Cambiemos, realizó un pedido de informes cuestionando el funcionamiento del lugar, sobre el que pesa una orden de desalojo. El pedido de Blanco se trató ayer en la Comisión de Planeamiento del Concejo Deliberante y ante la masiva movilización social fue rechazado por los y las ediles.
“La comisión rechazó este pedido”, dijo uno de los presentes por megáfono y despertó los aplausos de la mayoría. Pero advirtió: “Igualmente hay que estar alertas y seguir movilizados defendiendo este lugar porque evidentemente esos carroñeros, parásitos, no creo que dejen de jorobar así no más”.
“La defensa del lugar es que cada vez más organizaciones populares sean invitadas a instalarse y funcionar en este espacio”, agregó.
“Ante un nuevo intento de desalojo a quienes habitamos e hicimos nuestro el espacio de La Toma nos encontramos acá nuevamente acompañando e insistiendo que es un espacio que necesitamos”, expresó Julieta Riquelme, de la Multisectorial contra la Violencia Institucional, al móvil de Aire Libre.
Martín Frutos, de la organización LIO, consideró que el Centro Cultural es “un ícono de la resistencia, la lucha y de la gestión en manos obreras de las fábricas recuperadas”. Además, apuntó contra los legisladores “del PRO”, a quienes “les molesta que un lugar tan amplio y diverso como el Centro Cultural, que nuclea a un montón de organizaciones”.
“Estamos acá para apoyar a los cros y defender nuestro espacio”, manifestó Verónica Gauseño, de la APDH de Rosario, quien se sumó a la defensa de La Toma y señaló utilizan el espacio para organizar las diferentes reuniones y actividades, como es el acto de cada 24 de marzo en conmemoración del Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia.