Arroyo con FARCO: “Si no hacemos cambios estructurales no estaremos a la altura de lo que necesita hoy la Argentina”
El ministro de Desarrollo Social de la Nación participó de una entrevista federal con radios comunitarias de distintos puntos del país.
El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo participó de una entrevista federal con radios comunitarias de todos los puntos cardinales del país. Violencia de género en cuarentena, políticas para la ruralidad y trabajadores golondrina, descentralización en la distribución de alimentos, apoyo al proyecto de «Ley Ramona» y a un ingreso universal fueron algunos de los temas y definiciones. Cuáles son las cinco áreas principales para la reactivación de la economía popular y los tres ejes sobre los que se plantea organizar las políticas sociales post pandemia.
Del encuentro participaron directamente Belén Degrossi de FM Chalet (Santa Fe capital), René Caiconte de La Voz del Cerro (San Salvador de Jujuy), Julio Moyano de Radio El Libertador (Posadas, Misiones), Gabriela Fiochetta de FM La Mosquitera (Guaymallén, Mendoza), el presidente y la vicepresidenta de FARCO, Pablo Antonini (Radio Estación Sur, La Plata, pcia de Buenos Aires) y Cristina Cabral (Radio Encuentro de Viedma, Río Negro), en tanto que otras emisoras de la red sumaron más preguntas a través de las presentes.
Por espacio de una hora, la charla combinó temáticas regionales y nacionales, incluyendo definiciones sobre rol de los medios comunitarios en las políticas sociales «no sólo en términos de difundir acciones o políticas. Creo que en la política social tienen un rol pedagógico también, no sólo desde lo que normalmente se diría difundir acciones, sino también escuchar, plantear debates, ampliar miradas, capacitar. Creo en las radios comunitarias, creo en la comunicación como parte integrante de la política social, de la propia gestión» aseguró.
Para tratar de dimensionar la gravedad de la actual situación, dice Arroyo, hay que pararse desde el punto de partida: «Previo a la pandemia, Argentina tenía un 40% de pobreza general, 50% de pobreza en los niños y aproximadamente 40% de personas en el trabajo informal. Hoy es evidente que la pobreza ha aumentado y la situación se ha complicado» ¿Cuánto? Imposible saberlo explica, ya que «para tener datos precisos hay que hacer una encuesta nacional presencial de 13 mil casos, que es imposible en el contexto de pandemia hacerla».
Algunos indicadores los da la creciente demanda de las políticas lanzadas para responder a la pandemia, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la asistencia alimentaria. «Pasamos de tener 8 millones de personas que recibían ayuda alimentaria a 11 millones«.
En este panorama, aseguró el ministro, «es tiempo de cambios estructurales. No se sale de acá con pequeños programas, acciones, líneas de trabajo acotadas, hay que hacer un cambio estructural profundo. La caída es brutal, nunca pasó en el mundo que tanta gente quedara afuera, a cero ingresos. Esto mostró, visibilizó el deterioro social de la Argentina, la desigualdad, y nos da la posibilidad de generar esos cambios. Sino hacemos cambios estructurales» sentenció, significará que «no estaremos a la altura de lo que necesita hoy la Argentina«.
Para concretar esos cambios, Arroyo define tres ejes sobre los que deberían estructurarse políticas sociales «a diez años» post pandemia: un «ingreso universal de base» (en la línea de la propuesta de «renta básica universal» difundida en abril por el Papa Francisco); el «acceso universal a los servicios básicos» que comprendería urbanización, agua, electricidad, conectividad en los 4.416 barrios populares, villas y asentamientos censados por el ReNaBap (Registro Nacional de Barrios Populares); y un plan de «desarrollo local, con un gran esquema de financiamiento de máquinas, herramientas, centralmente en cinco sectores productivos: construcción, textil, reciclado, producción de alimentos y «economía del cuidado», puntualiza, que es lo que se pretende plasmar mediante el Programa «Potenciar trabajo».
Desde Radio Encuentro se consultó si iba a llegar el programa «El barrio cuida al barrio» a las localidades como Viedma, que no presentan cuadro de transmisión comunitaria de Covid 19. El mismo fue lanzado para actuar en las zonas más golpeadas por la pandemia y comprende un planteo de articulación con las organizaciones sociales locales para efectuar relevamientos de la situación sanitaria y económica de las personas, entre otros dispositivos.
Arroyo confirmó que hoy se priorizan las localidades donde se registraron brotes y «trabajamos con grupos de voluntarios que tienen que ver con la realidad de cada barrio«, pero concedió que puede verse «como un programa que se quede más allá de la pandemia, como una política pública de vínculo entre el Estado y el conjunto de los barrios en situación crítica«.
Desde FM Chalet se apuntó a que la pandemia profundizó la violencia de género, preguntándose cómo articulaban el trabajo del Ministerio con el de las Mujeres Géneros y Diversidad de la Nación, y con los colectivos LGTIB+ «teniendo en cuenta que ha sido una población históricamente relegada» .
El ministro respondió que «cuando se identifica una situación de violencia» se arma un protocolo de tres partes que trabajaron en conjunto con el ministerio a cargo de Elizabeth Gómez Alcorta. Y agregó: «Gran parte del problema es sostener los ingresos, por eso armamos un esquema para poder hacerlo. Tenemos un programa social donde las personas que sufren violencia de género entran automáticamente. Se arma un protocolo para generar una vivienda separada y se trabaja con todo un esquema de acompañamiento que lleva adelante el Ministerio de Mujeres» .
Arroyo señaló las víctimas de violencia de género y la población travesti trans, junto a los trabajadores y trabajadoras de empresas recuperadas, son los tres sectores que se priorizaron hasta el momento para generar nuevas altas en el «Potenciar trabajo».
En este sentido, se refirió la «base de información importantísima«, que significaron la Tarjeta Alimentar (destinada a madres con hijos/as menores de 6 años, mujeres a partir del tercer mes de embarazo y personas con discapacidad que tienen asignación, alcanzando 1 millón y medio de hogares cuyas titulares son en un 98% mujeres) y el Ingreso Familiar de Emergencia, donde «de los 9 millones de hogares que se preveé alcanzar con el IFE, 1 milllón 300 mil son hogares monoparentales de jóvenes de 18 a 24 años, la inmensa mayoría mujeres«
A continuación, señaló que «lanzamos Potenciar Trabajo poniendo foco en esos cinco sectores productivos, armando sistemas de créditos para máquinas, herramientas y generar un registro de trabajadores y trabajadoras de la economía popular para que se puedan registrar. Armar un sistema de microcrédito no bancario para esos cinco sectores productivos, desde el chiquito, hasta los más grandes, que son las empresas recuperadas. Un gran sistema donde la producción de alimentos es un punto clave«, agregó.
Otra de las preguntas que respondió el ministro llegó desde San Salvador de Jujuy, donde La Voz del Cerro, quiso saber cómo está articulando el Ministerio con las distintas provincias, y específicamente con la provincia que gobierna Gerardo Morales.
En ese sentido, Arroyo aseguró que la asistencia alimentaria a las provincias se da de diversas maneras: la compra directa y distribución a cargo del Ministerio nacional; transferencia de fondos; la Tarjeta Alimentar y la descentralizada a cargo de los comedores. «Ese es el mejor modelo, a mi modo de ver, porque el comedor mueve la economía local y además podemos insistir con leche carnes, verduras y frutas que es esa la prioridad» .
Cuando en similar sentido, desde Radio El Brote de Villa Ciudad Parque, Córdoba, se preguntó sobre la posibilidad de incorporar más alimentos producidos desde las redes de producción agroecológica existentes, Arroyo volvió a enfatizar que esto está indisolublemente ligado a que se descentralice la compra de alimentos, ya que esa producción se adquiere centralmente «en proximidad».
«El Ministerio tiene dos grandes galpones de acopio, uno en Buenos Aires y otro en Tucumán, por lo cual desde acá para distribución sólo pueden adquirirse alimentos secos», detalló. Para fomentar el consumo de productos agroecológicos como parte de los planes alimentarios, también se propone como objetivo, afirmó, «generar el equivalente a 400 mercados centrales en el país» que puedan estructurarse desde las ferias y organizaciones de productores.
También desde Córdoba, de FM La Ranchada, llegaron preguntas sobre el avance de un Registro nacional de comedores y merenderos que solicitan las organizaciones sociales -y que sería necesario, precisamente, para que esas políticas de descentralización puedan llevarse plenamente a cabo-, y la postura sobre el proyecto de «Ley Ramona» , para el reconocimiento a las personas que trabajan en estos espacios.
Arroyo expresó que está por formalizarse el lanzamiento de un registro nacional para conocer la cantidad de comedores en el país, que «creemos que hay 10 mil en Argentina, es difícil saberlo», que podrían agruparse en tres situaciones: los formalizados, aquellos a los que se les transfiere fondos; los que están en vías de formalización; y, tercero, los que no, como podría ser una olla popular. También manifestó su apoyo al «proyecto de la Ley Ramona» destacando que sus destinarias y destinatarios «son los que se han cargado al hombro gran parte de la crisis«.
Consultado sobre la posibilidad de inscripción al Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP) para trabajadoras y trabajadores de medios comunitarios, destacó que «hay 60 categorías», incluyendo la posibilidad de «otros/as» para que se registren «todos los trabajadores de la economía popular». Desde el Área de Comunicación del Ministerio se confirmó luego de esta entrevista la generación de una categoría específica para trabajadores y trabajadoras de medios comunitarios.
Desde la FM Campesina de Cañuelas plantearon que existen muchas líneas de trabajo destinadas al trabajo rural, pero que no pueden acceder a ellas por ser encuadrados en el Área Metropolitana de Buenos Aires. En ese sentido, Arroyo admitió que están armando un esquema enfocado en poblaciones rurales que «seguramente hay que pensarlo de otra manera en el AMBA» y sugirió que si hay propuestas se las pueden acercar. «Es un punto que tenemos que desarrollar mas«, aceptó y agregó: «Asocio la ruralidad con la producción de alimentos, y tenemos una chance, a través de Potenciar Trabajo de armar un esquema bien amplio» .
Desde Posadas llegó la preocupación sobre la situación de los tareferos, trabajadores y trabajadoras de la producción de yerba mate. «Al tarefero le pagan por destajo y si no consigue cosechar la cantidad de toneladas, termina llevando a sus hijos y ahí aparece el trabajo infantil» , se apuntó desde Radio El Libertador. «Estamos haciendo programas específicos. En el caso de los tareferos, cuando lanzamos la Tarjeta Alimentar planteamos que continuamos con el apoyo a los tareferos que claramente están en una situación de pobreza extrema y de ingresos muy bajos (…) queremos apoyar con máquinas, herramientas, insumos, y bienes de capital para poner en marcha actividades y acompañar a sectores de trabajo golondrina que quedaron afuera del IFE, absurdamente» , respondió el ministro.
Asociado a la definición del reciclado como una de las áreas estratégicas de reactivación, desde FM La Mosquitera se inquirió sobre la situación de trabajadores y trabajadoras de los basurales: ¿Hay vinculación y cómo se piensa al respecto esta temática? Arroyo coincidió que «gran parte de quienes trabajan en los basurales a cielo abierto son parte de la pobreza extrema de la Argentina, altamente crítica» y «catastrófica en muchos lugares del país» .
En este sentido, indicó que el reciclado se piensa como «un mecanismo de conformación de cooperativas, grupos asociativos, de trabajo,y como procesos para generar valor agregado, mejorar las viviendas, las condiciones de vida y para generar el mecanismo del propio reciclado, que va todo junto» .