Los trabajadores que fueron despedidos tras el intempestivo cierre de la empresa de alimentos, tomaron la planta y consiguieron una audiencia en la Secretaría de Trabajo, en el que la empresa aceptó la reapertura.

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La empresa Alijor produce tapas de empanadas y tartas para la marca La Salteña, también panificados y es el principal proveedor de la cadena de supermercado La Anónima, propiedad de familiares del jefe de Gabinete Marcos Peña. El martes la planta ubicada en Guerín cerró de forma intempestiva y ocasionó el despido de 240 trabajadores. Después del lock out patronal, los obreros tomaron la planta y consiguieron una audiencia en la Secretaría de Trabajo. Allí la empresa aceptó reabrir la fábrica tras varias horas de negociación.

En diálogo con Radio Gráfica, el secretario General del Sindicato de la Alimentación, Rodolfo Daer, apuntó que “antes de ayer se debatió y se llegó a un entendimiento de palabra que se estaba plasmando en el Ministerio de Trabajo, el cual consistía en el pago de la indemnización que corresponde de acuerdo a Ley de contrato de trabajo. Pero la querían abonar en 12 cuotas mensuales y eso era inaceptable. Empezó la discusión y el dueño de la fábrica cortó la producción, al turno tarde lo mandó a casa y cerró la fábrica”.

El titular de Alimentación, indicó que desde el sindicato “entramos junto a los trabajadores y declaramos el estado de asamblea permanente en defensa de los puestos de trabajo, en defensa de los salarios y en defensa de los compañeros que fueron desvinculados, para que se les abone como corresponde bajo la ley de contrato de trabajo. A las 19 horas en la asamblea se decidió retirarnos del establecimiento, ya que hoy hay una audiencia en el Ministerio de Trabajo y esperamos que concurra la empresa. Si existen problemas la empresa tiene la obligación de plantear la dificultad, lo que no vamos a aceptar es que en forma unilateral pretenda descargar sobre las espaldas de los compañeros”.

Daer visibilizó que “Alijor es el principal proveedor de la cadena de supemercados La Anónima, pero cayó el consumo por los desaciertos de la política económica y el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Perdimos la soberanía en la política económica. Todos los ajustes que se viene realizando ahogan a las empresas y a los asalariados. Ha pulverizado el salario. No hay mercado interno, no hay consumo porque la gente no tiene un peso, ni los activos, ni los profesionales, ni los jubilados”.

Gráfica - CABA