Falleció Noemí Labrune, emblema de la lucha por los derechos humanos
Durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, fue una de los miles de docentes e investigadores de la UBA que renunció luego de “La noche de los bastones largos”.
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En Neuquén falleció Noemí Labrune, un símbolo de la lucha por los derechos humanos y fundadora de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) en esa provincia.
En plena dictudura militar argentina, Labrune junto a su esposo Christian y el obispo Jaime de Nevares fundaron la APDH de Neuquén. Desde ese momento, Junto a las Madres de Plaza de Mayo filial Alto Valle Neuquén se pusieron al frente para recibir las denuncias de las víctimas del terrorismo de Estado e impulsarlas sin importar el contexto de persecución y desaparición, arriesgando su vida.
Noemí sufrió en carne propia la desaparición cuando en julio de 1977 fue secuestrada Leticia Veraldi. Ella tenía 17 años y era como una hija para Labrune. La familia de la muchacha, radicada en Buenos Aires, le había confiado la tutela a la mujer pensando que estaría a salvo en Cipolletti, lejos del Colegio Nacional de Vicente López donde la Armada Argentina ya había secuestrado a más de 12 estudiantes secundarios.
Noemí Fiorito de Labrune había nacido en 1930 en la ciudad de Buenos Aires. Estudió Filosofía en la UBA y cursó un doctorado en la Universidad de París con una beca otorgada por el Instituto Francés de Estudios Superiores en 1953.
Durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, fue una de los miles de docentes e investigadores de la UBA que renunció luego de “La noche de los bastones largos”.
Además de encabezar la búsqueda de Leticia, realizaron habeas corpus, confeccionaron los listados de desaparecidos que fue entregado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 1978, y, desde ese momento, su compromiso no sólo se mantuvo sino que se profundizó hasta el presente.
Noemí Labrune partió físicamente a sus 93 años y los organismos de derechos humanos, las comunidades mapuches y demás agrupaciones sociales, populares y comunitarias la recordaron y despidieron sentidamente.
Noemí aseguraba que la persona “que quiere que los derechos humanos prevalezcan” debe “trabajar para que eso ocurra”.
Sobre los discursos negacionistas de los ocurrido durante la dictadura militar, opinó que esa gente no cree en los crímenes que cometieron los represores “porque no fueron a escuchar a un juicio lo que dicen las víctimas, eso es irrefutable”.
“Los tribunales están formados por jueces de carrera, no por jueces especiales y muchos de ellos no piensan como pienso yo de lo que eran los militares, pero no tuvieron más remedio que condenar porque las pruebas son irrefutables”, agregaba.
