Comenzó el juicio contra 13 policías por el asesinato del joven Blas Correas en 2020
La primera audiencia inició pasadas las 9 horas a cargo del tribunal técnico de la Cámara Octava del Crimen y un jurado popular compuesto por ocho integrantes. Foto: Amnistía internacional.
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Comenzó el juicio a 13 policías por el crimen de Valentino Blas Correas en Córdoba. El adolescente de 17 años fue asesinado a balazos en la madrugada del 6 de agosto de 2020 en la capital cordobesa luego de no detenerse en un control vehicular.
La primera audiencia inició pasadas las 9 horas a cargo del tribunal técnico de la Cámara Octava del Crimen y un jurado popular compuesto por ocho integrantes.
Antes de iniciar el juicio, la familia brindó una conferencia de prensa. Soledad Laciar, la madre del joven, consideró que “fue obsceno” tanto el “asesinato”, “encubrimiento”, “plantar un arma” y el “silencio” del gobernador Juan Schiaretti.
“Recibirme después de prácticamente rogar que me recibiera el gobernador, escucharme, hacerme sentir que me estaba escuchando y que haya sido la nada misma la verdad que es muy triste”, agregó.
Juan Pavez Laciar, hermano de Blas, invitó “a todos a reflexionar y pensar” por lo sucedido. Y agregó: “La lucha va a estar culminada cuando por fin veamos que se empieza a cambiar”.
Soledad aseguró que una vez que salga la sentencia se sabrá si se dio un paso hacia adelante. “Hasta ahora, lamentablemente, y con todo el dolor del mundo, tengo que decir que no dimos ningún paso”.
“El gobierno ha anunciado cambios cosméticos, mover piezas en la Policía de arriba para abajo, pero la realidad es que seguimos dando derechos humanos por zoom, nos preocupamos si un policía sabe o no disparar y no nos preocupamos a quién le estamos dando un arma”, criticó.
“En este juicio se va a demostrar la responsabilidad institucional de la policía y la culpabilidad de los efectivos, pero lamentablemente no van a estar los responsables políticos que tienen mucho por para decir”, señaló la mujer, que estará representada por el abogado Alejandro Pérez Moreno.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación tendrá participación como ‘asesor voluntario del Tribunal’, en tanto que Amnistía Internacional solicitó ser admitida como ‘observador’ del juicio.
Los hechos
De acuerdo a los datos de la instrucción de la causa, en la madrugada del 6 de agosto del 2020 Juan Cruz Camerano Echevarría, de 20 años, conducía un Fiat Argo junto a cuatro amigos compañeros de colegio: Valentino y otros tres chicos de 17 años, que habían acordado encontrarse para ir a un bar.
Cuando circulaban por avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas, se cruzaron con un control policial de prevención donde los efectivos hicieron señas al conductor para que descienda la velocidad, aunque al acercarse al puesto de seguridad aceleró la marcha.
En su testimonio, Echeverría dijo que se asustó porque cuando estaba por detenerse observó que uno de los policías empuñaba un arma y lo apuntaba a la cabeza.
Mientras los efectivos notificaban a los comandos y móviles sobre la evasión, el Cabo Primero Lucas Damián Gómez efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria contra el auto en el que iban los jóvenes.
Por su parte, el Cabo Primero Javier Catriel Alarcón, que también se encontraba en el puesto de control, «en acuerdo tácito (con Gómez) y aportando al plan común de dar muerte a los ocupantes del vehículo», efectuó dos disparos sobre el vehículo en marcha «a sabiendas que no había justificación legal para ello», dice el expediente.
La acusación sostuvo que «Gómez y Alarcón desplegaron las conductas supra descriptas abusando de su función, en contra de la normativa que regula el debido uso de las armas reglamentarias por parte de las fuerzas de seguridad».
A su vez, las pericias determinaron que uno de los cuatro disparos efectuados por el suboficial Gómez impactó sobre la zona de la escápula derecha de Valentino, que le ocasionó lesiones en el lóbulo inferior del pulmón derecho, la vena cava inferior y el ventrículo derecho, determinándose que la causa eficiente de la muerte fue por el traumatismo de tórax provocado por el proyectil.
Uno de los disparos traspasó el apoyacabeza y la capucha de uno de los adolescentes, a milímetros de su cráneo.
Posteriormente, y con el objetivo de simular un enfrentamiento con un grupo armado, los policías ‘plantaron’ un arma en las cercanías donde luego fue interceptado el auto con los chicos, en la intersección de Chacabuco y Corrientes, donde Valentino ya había muerto.
