Argentina campeón del mundo: el festejo es eterno por la copa y por Messi
Multitudes salieron a las calles de cada pueblo y ciudad levantando bien alto los colores celeste y blanca.
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Argentina se quedó con el campeonato mundial de fútbol Catar 2022 y el festejo popular es eterno. El equipo de Lionel Scaloni volvió a estar a la altura y Lionel Messi pudo levantar la Copa del Mundo.
El partido terminó 3 a 3 en los 120 minutos y después 4 a 2 en los penales. Es el tercer mundial que logra Argentina y el más deseado de la historia.
Multitudes salieron a las calles de cada pueblo y ciudad levantando bien alto los colores celeste y blanca.
De nada sirve ahora analizar un partido en dónde la Argentina fue absoluto dominador durante 80 minutos pero que, por esas cosas del destino, tuvimos que sufrir hasta los penales.
“Me gustaría hablar del partido y no solamente de que somos campeones del mundo. El partido fue una locura y como entrenador me queda un mal sabor de boca de haber hecho un gran partido, de poder cerrarlo en los 90′ y no tener esa suerte. La verdad que hicimos un gran gran encuentro y la sensanción ahora es la mejor”, expresó el técnico argentino una vez terminado el encuentro.
“La verdad que no estaba en los planes míos ser campeón del mundo pero lo somos y, lo más importante de la manera en que lo fuimos, que creo que fuimos justos vencedores”, agregó.
De nada sirve ahora entender que se mezcló la experiencia y la juventud para que este plantel se saque tantas piedras en el zapato durante todo el mundial.
“Este grupo se lo merecía. Pasaron tantas injusticias en el partido, la pasamos mal en el primer partido con Arabia, las críticas fueron duras, pero el equipo demostró que estaba unido y fuerte y nos merecíamos el campeonato este. Estamos feliz porque se lo llevamos al pueblo argentino”, afirmó Enzo Fernández, que con 21 años jugó su primer mundial.
De nada sirve ahora repasar las imagenes de una selección jugando de a ratos a 120 kilometros por hora y de a ratos poniendo la pelota bajo la suela para manejar cualquier instancia de partido que se presente.
“Nacimos para sufrir. El es que es argentino sabe, pero con cada situación nos hemos curtido, nos hemos hecho más grande. Hoy para mí es uno de los días más felices de mi vida”, agregó Rodrigo De Paul, uno de los estandartes de esta selección campeona.
De nada sirve ahora decir que Argentina no mereció ir a los penales, ni contra Francia ni nunca, pero que aceptó su destino por que sabía que tenía con qué bancar la adversidad.
“Un partido que otra vez teníamos controlado. Dos tiros de mierda de vuelta y nos empatan el partido”, se quejó Emiliano ‘Dibu’ Martínez, el arquero ataja penales de esta copa.
“Una cosa que dijimos fue que el destino era sufrir. Nos ponemos 3 a 2, nos cobran otro penal, nos meten, casi nos meten dos goles. Gracias a Dios saqué ese pie, después hice lo mío, lo que soñé. No pudo haber un mundial que haya soñado tanto como este”, añadió.
— FIFA World Cup (@FIFAWorldCup) December 19, 2022
De nada sirve ahora entender que, salvo un par de casos, todos fueron titulares y todos fueron suplentes, y que todos, absolutamente todos tuvieron el ángel para levantar momentos, errores, partidos enteros, desde el minuto cero o entrando desde el banco.
“Nos pudimos dar una alegría a nosotros, a nuestras familias que son los que primeros sufren por nosotros”, manifestó Ángel Di María, autor del segundo gol argentino.
“La locura que debe haber en Argentina”, imaginó .
De nada sirve ahora darnos cuenta que tuvimos al mejor de todos los tiempos en el 86, que tenemos al mejor de todos los tiempos en el 2022, que el futbol habrá nacido en Gran Bretaña, pero nunca nunca tuvieron los dos que tuvimos nosotros.
“Se hizo desear, pero es lo más lindo que hay. Es hermoso. Impresionante. La deseaba muchísimo”, sentenció Messi.
“Dios me lo iba a regalar, y presentía que era esta. Sufrimos un montón, pero lo conseguimos. Acá está ahora a disfrutar. No vemos la hora de estar en Argentina para vivir la locura que va a hacer eso y pensar en disfrutarla”, afirmó el capitán argentino.
De nada sirve ahora ver todo esto de manera aislada porque sirve verlo todo junto, de manera colectiva. La selección entendió que nadie se salva solo y con un grupo increíble atrás de un dios futbolístico nos regala a todos los argentinos una alegría tan pero tan necesaria en el medio de tanto bajón.
Argentina campeón del mundo gracias a 26 pibes que se hicieron amigos jugando al futbol y un cuerpo técnico que privilegió el juego, el cariño y la confianza para levantar la tercera, como en el ’78 y en el ’86.
