Los intentos de limitar por ley la protesta social y un debate que se reaviva
Los proyectos difundidos en Córdoba como “protestódromos” buscan minimizar el impacto en la ciudad de las manifestaciones sociales. Uno fue presentado por los radicales Dante Rossi y Verónica Garade Panetta y el otro por el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Justicia y Acuerdos, Juan Manuel Cid, de Hacemos por Córdoba.
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En Córdoba sigue el debate por los proyectos de ley que ingresaron a la Legislatura provincial con el objetivo de ponerle un límite a las protestas en la vía pública.
Manuel Tufró, director de Violencia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), aseguró que “la protesta social es un elemento central de la democracia argentina” y que también desde la dirigencia política se realiza “un uso electoral con promesas de este tipo”.
“Sabemos que hay sectores políticos que la ven como fuente de desorden, pero la realidad es que la vitalidad democrática está en la posibilidad de protestar. Y la protesta social tiene que ser disruptiva para tener consecuencias”, resaltó en diálogo con Una radio, muchas voces.
Los proyectos difundidos en Córdoba como “protestódromos” buscan minimizar el impacto en la ciudad de las manifestaciones sociales. Uno fue presentado por los radicales Dante Rossi y Verónica Garade Panetta y el otro por el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Justicia y Acuerdos, Juan Manuel Cid, de Hacemos por Córdoba.
Tufró señaló que desde la década del ’90 “tanto el sistema político como el mediático fueron acostumbrando a las personas de distintos sectores sociales a que si no hay una protesta en la calle que genere molestías no hay respuestas”. En esa línea, afirmó que el tipo de proyectos presentados en el recinto cordobés “son recortes a los derechos asociados al ejercicio de la protesta social con la excusa de que supuestamente habría como una colisión de derechos, que es el argumento que se utiliza siempre”.
“Está el derecho de algunos a protestar pero el de otros a circular, eso es verdad. Esas colisiones de derechos existen todo el tiempo en la vida democrática pero no se puede resolver esto simplemente cercenando el derecho a la protesta. De pronto salir a decir que las protestas tienen que tener un permiso previo, hacerse en un lugar donde no sean visibles, donde no generen ningún tipo de disrupción, es decir que no sea una protesta. Y eso va en contra de principios democráticos”, finalizó.