Las radios comunitarias y su lucha contra el narcotráfico en los barrios
El Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires aseguró que “en muchas radios barriales el narcotráfico pone plata para que se hable mal de fulano, se hable mal de la policía, se hable mal de allá, se hable mal de acá y el narcotráfico sigue avanzando”. El ministro hizo estas declaraciones en el programa de C5N mientras era entrevistado sobre la presencia del narcotráfico y el narcomenudeo en los barrios populares. Una escalada más en su vinculación del narcotráfico a los sectores empobrecidos. Pero queremos repasar algunas de nuestras historias, lo que los barrios y organizaciones hacemos al crear radios para darle el protagonismo a les pibes.
En todo el país se cuentan innumerables historias de experiencias comunicacionales populares y comunitarias que sirven de contención y acompañamiento para los barrios donde están enraizadas cada una de ellas. Queremos hacer más visible estas historias. En ese sentido conocemos la historia reciente de Radio La Lechuza, en el departamento de Pocito en San Juan, donde atravesaron un terrible terremoto el 18 de enero del año pasado: “otra hubiese sido la historia de nuestra comunidad si la radio no hubiera estado conteniendo a chicas y chicos que quedaron en pelotas, durmiendo abajo de los parrales, sin tener un baño, con todas las cosas de su casa bajo los escombros”. Y agregan: “el personal de salud que trabaja en la primera línea cuando hay una catástrofe como una inundación, como un terremoto, como una pandemia, sabe muy bien de lo que hacen las radios barriales y comunitarias”.
También Aire Libre, radio comunitaria de Rosario, demuestra estar todos los días acompañando y ayudando a resolver las problemáticas de sus comunidades, esto relata una vecina de la radio: “en mi caso particular siempre recibí todo el apoyo para las problemáticas barriales, tuvimos una empresa que molía bidones de agrotóxico en la zona con el consecuente daño al medio ambiente que esto provocaba y desde la radio no solo que se le dio difusión al tema, se organizaron charlas, juntamos firmas, panfletos y logramos que las autoridades involucradas se hicieran eco del problema y se acortaran los tiempos de exposición de los vecinos a los venenos cuidando la salud del barrio”.
Las radios como espacios de articulación
Es importante destacar que en algunos lugares la comunicación desde los barrios nació para dar respuestas y contención justamente a un conflicto de narcotráfico que el Estado no pudo o no quiso resolver. Radio El Aguaribay en Godoy Cruz, Mendoza, es muestra de eso: “nace a partir de un pedido de la comunidad de convertir dentro de la fundación Coloba, una fundación que tiene más de 35 años en la zona, un espacio donde la palabra pueda mitigar la violencia que se generaba en los conflictos de narcomenudeo, tanto es así que la radio se convierte en un espacio de participación, gestión y articulación entre la comunidad y los adolescentes que son siempre muy apuntados para ser captados por el narcomenudeo”.
En la Patagonia, Radio La Namunkurá de Puerto Madryn se crea a partir del trabajo con pibes y pibas en situación de calle y hoy tiene un predio de 3 hectáreas en el cual hay una escuela secundaria de gestión social. Desde su experiencia la Namunkurá cuenta: “el Centro de Día de Salud Mental que depende del hospital tiene un espacio que específicamente trabajaba con el tema de adicciones en la zona Sur, y por las carencias históricas que han tenido los integrantes del centro de día, encontraron en la radio un lugar y trabajamos en conjunto durante 6 años, desde 2013 al 2019”.
En ese sentido hay radios comunitarias y populares que trabajan en conjunto con espacios como el SEDRONAR, porque están trabajando para la vida de los y las vecinas. Radio La Lechuza es solo un ejemplo en este sentido: “estamos trabajando en la contención del día a día, peleándole al narcotráfico, sacando a los pibes de la calle, sacando a los pibes de actividades horribles que tienen que ver con el delito y el consumo problemático e incorporándolos a la vida, porque la militancia en las radios comunitarias es apostar a la vida, es apostar a la transformación, es apostar a la solidaridad”.
Radio La Ranchada, de Córdoba resalta: “las luchas que nos representan como medio de comunicación y organización social tiene que ver con las banderas del derecho al techo, a la tierra y al trabajo, pero también la bandera de pensar una sociedad justa y equitativa para todos y todas, donde el consumo problemático y las violencias son moneda corriente en nuestros barrios vulnerabilizados”.
Las radios populares y comunitarias son mucho más que radios en los barrios, son organizaciones que trabajan cuerpo a cuerpo para mejorar la vida de los vecinos y las vecinas que son parte de la organización.
Desde Viedma en Río Negro, Radio Encuentro “hace 30 años que es un espacio de participación de grupos juveniles, de las redes barriales comunitarias, donde se sabe que practicar la palabra, compartir la música, crear, vincularse afectivamente con otres, va contra el lugar que los transas quieren darle a les jóvenes”.
Radio Reconquista es parte de la Asociación de Mujeres La Colmena en José León Suárez y cuentan con más de 30 años de experiencia territorial y son el fiel ejemplo de que no son solo una radio, son una comunidad organizada. Como muestra de eso cuentan: “el trabajo de la Colmena en educación y comunicación popular consiste en la construcción y circulación colectiva de conocimientos y sentidos sociales, estos a su vez son la base en que se sustentan los procesos de organización y transformación de nuestra realidad”.
Siguiendo con el ejemplo de las radios que son organizaciones, en La Plata Fm Raíces Rock es parte de Pantalón Cortito, un espacio que cuenta con centros de día, jardín maternal y también un centro de salud que acompaña la salud de los y las vecinas del barrio San Carlos, en la periferia de la Capital bonaerense: “a través de nuestra emisora podemos difundir sobre nuevos profesionales que hay en el centro de Salud comunitario por ejemplo de la organización, cuando van llegando viandas para que las familias puedan llevar a su casa”
Radio Rimbombante está ubicada dentro de la escuela primaria Hugo Leoneli del Barrio Argüello en la ciudad de Córdoba y cuenta: “durante la cuarentena la Rimbombante se convirtió en puente entre las seños de la escuela que hacían un programa de radio para enseñar y los alumnos que se quedaban en su casa para escuchar y tratar de entender los cuadernillos”. Y resaltan: “porque la Rimbombante es eso, es del barrio, es de los chicos y chicas y sigue sonando con el propósito de que más personas se apropien del espacio para ejercer su derecho a la comunicación”.
En la Ciudad de Buenos Aires también transitan experiencias de comunicación popular, como es el caso de Fm Soldati que transmite desde el Barrio Fátima en CABA: “Nuestra radio fue construida por el barrio y para el barrio” y agregan: “no solo informamos y entretenemos, sino que también es un espacio de contención, de encuentro, de compartir, donde muchos pibes y pibas encuentran un lugar para expresar su arte, para desarrollarse personalmente, profesionalmente, para aprender y al mismo tiempo dando un servicio a la comunidad”.
A quienes no conocen nuestras radios los invitamos a escuchar a les pibes que hacen comunicación en ellas. “Las radios comunitarias, populares y barriales, utilizan el arte como nexo para que les jóvenes se acerquen a espacios de formación populares, y ayudan a romper el discurso de que en los barrios y villas salen sólo chorros. Nos muestra que hay obreras y obreros, soñadoras y poetas. Eso ya es un pronunciamiento para tumbar sus puertas”, dice el compañero Joshué desde Radio Encuentro.