Más advertencias por el trigo transgénico que incluye un herbicida más tóxico que el glifosato
Si bien es considerado resistente a las sequías, especialistas sostienen que el trigo modificado no está aprobado para el consumo humano. Foto: Subcoop
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Siguen las advertencias de especialistas ante el avance del trigo transgénico denominado HB4 y los peligros que podría generar su ingesta en humanos.
La mutación en el cereal fue desarrollada con tecnología argentina por investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional del Litoral, en alianza con Bioceres, una compañía trasnacional con sede en Rosario que tendrá el patentamiento por 20 años. Los especialistas subrayan que este trigo transgénico no solamente resiste sequías, si no también que se trata de un veneno denominado glufosinato de amonio, considerado más peligroso para la salud que el famoso glifosato. Eso llevó a que muchos países prohíban su cultivo.
Si bien el Gobierno de Alberto Fernández autorizó el cultivo del trigo modificado en 2020, su comercialización estaba condicionada a la aprobación del gobierno de Brasil, principal importador del cereal, situación que finalmente se dio la semana pasada.
“Cuando nosotros estamos hablando que vamos a regar nuestro trigo con el glufosinato de amonio eso queda incorporado en el trigo que después se mole para hacer harina”, advirtió Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
El investigador sostiene que los consumidores no estarán advertidos sobre “cuál es el trigo que viene con HB4 y cuál el agroecológico”.
“No vamos a poder saber cuánto vamos a estar incorporando de esas sustancia en nuestro organismo. Pero además la transgénesis del HB4 es una transgénesis no aprobada en cuanto su consumo”, añadió en Radio Barriletes.
Además, criticó la participación de instituciones del Estado en proyectos de este estilo, utilizando recursos “para generarle la tecnología que necesitan las corporaciones financieras para poder hacer dinero a costa de nuestra salud”.
“En vez de la tecnología estar puesta para mejorar la calidad de vida de la población, está puesto para mejorarle los recursos a las corporaciones”, opinó.