Domingo 24 de Enero del 2021 - Santa Fe

Hallan herbicidas, plaguicidas e insecticidas en peces y agua del Río Salado

Tras la mortandad masiva de peces en el Río Salado durante 2020, la Procuración General de la Corte Suprema de Justicia requirió una investigación sobre el tema. Informes de la Universidad Nacional del Litoral, determinaron presencia de glifosato, 2,4-D y clorpirifós; los agrotóxicos más utilizados en cultivos de soja y maíz transgénicos.

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El Laboratorio de Ecotoxicología, dependiente de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL) dio a conocer los resultados de las muestras y sus conclusiones fueron contundentes: presencia de herbicidas (Glifosato) e insecticidas (clorpirifos) en el agua y en los peces muertos del río Salado.

La impactante mortandad de peces ocurrida entre noviembre y diciembre del 2020, no sólo generó gran preocupación social sino también la intervención de distintas áreas del Estado, independientes de la investigación dispuesta por la Procuración de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe.

Para la investigación se tomaron como pruebas el agua del río, sedimento del lecho y peces moribundos. Las muestras se obtuvieron en presencia de los expertos de las instituciones y funcionarios de la Procuración General.

El Dr. Jorge Barraguirre, Procurador General de la Corte santafesina, comentó sobre los resultados de análisis toxicólógicos, físico químicos, bactereológicos, de metales y plagicidas, dados a conocer recientemente.

«Estos informes siguen ratificando como causa probable de la mortandad de peces la escasísima oxigenación que tuvo y que sigue teniendo el río. Pero como otro factor, y esto es lo novedoso, se han logrado rastrear, con pericias que no se habían hecho hasta ahora, la presencia de herbicida (glifosato), plaguiucida (2 4-D) e insecticidas (clorpirifós) que hasta ahora parecían estar ausentes en todos estos fenómenos»,

Este informe, con el que ahora cuenta la Fiscalía Extrapenal del Distrito Judicial con asiento en la localidad de Esperanza (Santa Fe), contiene muestras sobre la base del relevamiento de dos sitios de análisis en la margen este del río Salado.

Algunos datos y conclusiones incluidos en el informe del Instituto Nacional de Limnología (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – Universidad Nacional del Litoral).

Los valores de herbicidas y plaguicidas hallados, se encuentran en relación con los registrados por diversos investigadores en otras cuencas agrícolas argentinas que tiene que ver con la historia de los suelos que, luego de las lluvias, drenan hacia cuerpos de agua cercanos (arroyos, ríos, tributarios, lagunas) o por escorrentía, movilizando materiales.

Al análisis de plaguicidas que surgen del muestreo realizado, se destacó que los mismos se encuentran inmersos en una cuenca con una matriz de producción agrícola intensa. Tanto en los sedimentos (en márgenes del río) como en las vísceras analizadas de las especies ictícolas (principalmente Sábalos y Moncholos), se encontraron plaguicidas del tipo «herbicida glifosato», principalmente.

El estudio confirmó que los niveles de oxígeno en agua eran muy bajos y debajo de los límites aceptables para la biota acuática y para uso recreativo.

Frente a este panorama, desde el Laboratorio recomiendan «un monitoreo más exhaustivo y con continuidad espacio-temporal sobre la presencia de desechos agrícolas (agroquímicos y fertilizantes) tanto en agua, sedimento y tejidos de peces, principalmente en especies de interés comercial que sirven de alimento a las poblaciones locales».

Como primera medida de mitigación plantean «la urgente necesidad de aumentar la distancia de los cultivos transgénicos dependientes de plaguicidas a los ambientes acuáticos» y señalan que una forma de comenzar a remediar y restaurar la cuenca de la presencia de sustancias tóxicas es «fomentar modelos de producción sustentables no contaminantes como los agroecológicos y con participación social».

Los químicos encontrados provienen de la actividad agropecuaria

El informe refiere que «los valores de residuos de clorpirifós registrados en los peces recolectados durante la mortandad 2020 en el Río Salado están en relación con los rangos hallados en peces de una de las cuencas más afectadas por la contaminación agropecuaria del país como lo es el Río Pergamino (zona núcleo de producción agroindustrial), en donde se detecta la presencia de plaguicidas en ocho de cada diez peces».

A su vez, los especialistas en ecotoxicología indicaron que «el glifosato y la atrazina son los agroquímicos más empleado en el país.Se utiliza principalmente en la fase previa a la siembra de soja y maíz transgénicos. Además el 2,4-D, por sus efectos tóxicos y genotóxicos en peces, se puede clasificar como una sustancia muy nociva para los organismos acuáticos.

En tanto, el clorpirifoses es el insecticida OP neurotóxico de amplio espectro, principalmente utilizado en cultivos de soja, maíz, trigo y girasol, para controlar plagas de insectos, donde actúa inhibiendo la acetilcolinesterasa y causando la muerte por colapso del sistema nervioso. Debido a sus grandes riesgos para la salud humana y animal, en enero de 2020 la Unión Europea prohibió el uso del clorpirifós.

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