Miercoles 20 de Septiembre del 2017 - Corrientes

Un agrotóxico prohibido en el país, detrás de la muerte de una niña de 12 años

Es la tercer muerte de un niño por envenenamiento en la provincia, provocada por el uso indiscriminado de agrotóxicos.

Escuchar/Descargar el reporte de Jorge Solari de INCUPO, desde Corrientes

El sábado pasado, Rocío una niña de 12 años falleció en el pueblo de Mburucuyá, un pueblo del centro norte correntino, luego de comer una mandarina contaminada con agrotóxicos. Además su primo Damián, de 11 años compartió parte de la fruta pero salvó su vida de milagro.

Emilio Spataro, integrante de la organización ecologista Guardianes del Iberá, relató que «la familia comentó que en el establecimiento vecino a la casa hacían esta practica de inocular mandarinas para llevarlas luego a una finca vecina, donde se produce arándanos. En horas de la siesta, Rocío iba con su sobrino Damián a catequesis y justo salía el tractor de esa finca cargado de mandarinas camino a la plantación de arándanos, donde usan mandarinas envenenadas como control, para matar los pájaros que se comen el cultivo. Se cayó una mandarina del acoplado y ellos la levantaron para comerla, y a menos de 200 metros se descompusieron y volvieron a la casa inmediatamente. La mamá de los chicos contó que Damián vomitó en el patio de la casa y por eso interpretan que pudo evitar que llegue el químico a la sangre. Rocío falleció ese mismo día, fue algo inmediato».

La causa de la muerte de Rocío fue caratulada como muerte por envenenamiento. Si bien el nombre del veneno todavía está en etapa investigativa, la forma fulminante en que se produjo su muerte revela que fue por contacto con un agrotóxico, y que podría ser el peligroso furadán, prohibido en nuestro país.

«Es una nueva tragedia para el campesinado correntino y para la población en general. esta muerte es producto directo de la negligencia de un sistema de producción y de la falta de controles estatales. En corrientes se da una tercer muerte de un caso fulminante, es decir, por contacto directo con agrotoxicos», expresó Spataro.

La muerte de Rocío, se suma a la de los niños José Luis Rivero y Nicolás Arévalo, fallecidos en el año 2010 por contacto con el agrotóxico endosulfán usado en el establecimiento tomatero lindante a sus casas.

Si bien se iniciaron procesos judiciales, hasta el momento, el sistema productivo sigue utilizando agrotóxicos en forma indiscriminada y el Ministerio de Salud Pública de corrientes no toma ningún recaudo para su control, para que la contaminación que producen no siga afectando a toda la población.

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