Se cumple un mes del terremoto y todavía hay familias viviendo a la intemperie
“A un mes, se podría decir que algunas familias recibieron ayuda, pero que esa ayuda sigue siendo insuficiente”, aseguró Miguel Ambas, de Radio Comunitaria La Lechuza.
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Este jueves se cumple un mes del terremoto que sacudió a la provincia de San Juan el pasado 18 de enero y todavía hay familias viviendo a la intemperie.
“A un mes, se podría decir que algunas familias recibieron ayuda, pero que esa ayuda sigue siendo insuficiente”, aseguró Miguel Ambas, de Radio Comunitaria La Lechuza, organización que durante este tiempo cumple un papel fundamental en el Departamento de Pocito, acompañando a las familias afectadas por el terremoto.
“No podemos naturalizar que todavía haya gente a la intemperie. Por eso estamos hablando de ‘ninguna familia a la intemperie en San Juan’, porque creemos que existían, existen y que existirán los mecanismos para que el Estado despliegue su estructura más rápido”, enfatizó.
También se preguntó qué hubiese pasado si las casas afectadas eran “de alguien que tiene aire acondicionado y porcelanato”. Y respondió: “Seguramente esa persona estaría en un hotel y el Estado lo estaría pagando. Porque, además, no es que hay 10 mil familias a la intemperie, no es que está todo San Juan así”.
Ambas sostuvo que la situación no es igual al primer día después del terremoto. “El Gobierno ha llegado a algunos sectores con algunos módulos, carpas, pero creemos que es insuficiente y que no nos podemos conformar en absoluto con lo que se está haciendo”.
El movimiento telúrico de 6,4 grados en la escala de Ritcher dejó, según cifras extraoficiales, unas 30 mil viviendas afectadas y entre 2 mil y 3 mil totalmente colapsadas “que se cayeron el día del terremoto o hubo que tirarlas abajo porque están inhabitables”, detalló el comunicador.
“Es muy serio lo que pasó”, opinó Ambas. Y agregó: “Pudo haber sido peor. Por supuesto que tenemos, de alguna manera, que ‘festejar’ de que a mucha gente no se le cayó la casa porque en los últimos 15 años, durante los Gobiernos de (José Luis) Gioja y (Sergio) Uñac, accedieron a una casa sismo-resistente. Pero no podemos quedarnos con eso”.
En ese marco, la comunidad de El Abanico (Pocito) reclama respuestas y asegura que es posible porque los recursos están.
“En Argentina, evidentemente, hay recursos para cubrir este tipo de emergencia siempre y cuando la persona a la que se le cayó la casa hubiese sido una persona acostumbrada a vivir en una casa copada. Si la persona es pobre y la casa que se cayó es una casa de mierda, que se arregle como pueda. No puede ser así. Nosotros no podemos aceptar que sea así”, criticó.
Ante ese contexto, la primera emisora comunitaria de la provincia comenzó a articular desde el minuto uno junto a los vecinos y vecinas de El Abanico para conformar brigadas que se encargan de distintas tareas: la demolición de lo que quedó de esas casas que no pueden habitarse por riesgo de derrumbe, la realización de una olla popular que garantiza tres comidas diarias para los damnificados, la contención de niños, niñas, adolescentes y adultos mayores, la organización de las donaciones y la reconstrucción de las viviendas, entre tantas otras.
Breve recorrido de los primeros 30 días post terremoto
Recién 9 días después de aquel 18 de enero, el intendente de Pocito, Armando Sánchez, visitó a las familias de El Abanico acompañado de la ministra de Salud de la provincia, Alejandra Venerando. Mientras tanto, las tareas de asistencia y reconstrucción continuaban de manera auto-organizada por los vecinos y vecinas.
20 días después del desastre natural, los vecinos y vecinas del sur de Pocito se manifestaron para exigir respuestas del Estado municipal y provincial ante las consecuencias de la situación.
A principios de febrero, Patricia Alvarado, directora del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) brindó detalles de cómo se están realizando los relevamientos sobre daños y consecuencias que dejó el terremoto, y cuales son los datos recabados hasta la fecha.
A la falta de respuestas rápidas por parte del Estado municipal y provincial, las familias afectadas tuvieron que lidiar con las lluvias que llegaron a San Juan. Además de dormir en refugios improvisados con palos y nylons, lo poco que se pudo rescatar se mojó producto de la lluvia, que no es habitué durante el año pero que está presente en estos días.
Hace una semana, volvieron a ocupar las calles para visibilizar su situación pero fueron reprimidos durante un operativo policial que tenía como finalidad frenar el reclamo.
Por su parte, Marcelo Yornet, titular del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), habló con La Lechuza sobre el relevamiento que puso en marcha el organismo y las funciones principales a abordar en medio de catástrofes que afecten el acceso a la vivienda de los ciudadanos y ciudadanas.
Pasaron 30 días largos y extenuantes desde aquel lunes a la noche. La articulación entre vecinos, vecinas y la Asociación Civil Retamo – de la que es parte Radio La Lechuza – sigue respondiendo con organización para poner de pie cada uno de los hogares afectados mientras, como relataba Miguel Ambas, esperan que el Estado despliegue sus mecanismos más rápido ante este tipo de emergencias.
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