Los beneficiarios de una pensión no contributiva deben demostrar que su cuerpo posee una incapacidad del 76 por ciento o más, según el artículo 9 de la Ley 13.478, reglamentada por el decreto N°432/1997.

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En los años 90 tiempos de gobierno menemista, se estableció como requisito para que una persona con discapacidad, pueda obtener el beneficio de una pensión, debía demostrar que su cuerpo poseía una incapacidad del 76% o más. Esto lo decía en la Ley 13.478 artículo 9 que la reglamenta el Decreto N°432/1997. ¿Cómo a alguien se le ocurrió ponerle un porcentaje a los dolores del cuerpo?

También en la oscura época de las privatizaciones de los años 90, decidieron que para cobrar una pensión por discapacidad no había que estar empleado en relación de dependencia, convirtiendo a un discapacitado en un desocupado y obligándolo a vivir sólo con una pensión que no alcanzaba.

Pero eso no es todo. Tampoco se podía tener bienes, como una casa, o un auto, ni recursos de otra naturaleza. Las personas que pretendía acceder a una pensión por discapacidad, no debían tener parientes con un empleo, porque se consideraba que ese sueldo alcanzaba para mantener al discapacitado. Tenías que ser un indigente.

El presidente Mauricio Macri, este año, sacó del cajón de los recuerdos esta misma normativa del año 1997 que vuelve a poner condiciones de indigencia, para los que quieran acceder a una pensión no contributiva.

Los cuestionamientos van también para los gobiernos kirchnerista, en los que no sólo no se derogó el decreto 432/97 que reglamentaba esa ley, sino que tampoco se promocionó la Ley 24.308, que les permite a las personas con discapacidad obtener recursos económicos y la ventaja de no pagar un alquiler para poner un negocio en los espacios donde el Estado tiene sus instalaciones, según explicó Rafaela una mujer con discapacidad a Radio Cuyum.

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