Mañana se conoce la sentencia contra los jueces cómplices de la dictadura
Se trata del juicio más importante de la provincia de Mendoza, que comenzó hace tres años y que tiene 28 imputados, acusados de no investigar crímenes de lesa humanidad durante la dictadura militar.
Mañana se conocerá la sentencia de la Megacausa que se conoce como «juicio a los jueces», que investiga la complicidad del Poder Judicial de Mendoza con la dictadura militar. Este juicio empezó el 17 de febrero de 2014, y los ex magistrados están acusados por no investigar crímenes y denuncias presentadas por familiares de desaparecidos.
En diálogo con Radio La Mosquitera, el abogado querellante, Pablo Salinas, explicó que «la resolución no será definitiva, se podrá apelar de un lado u otro, pero esperamos que pueda traer un poco de justicia a las víctimas».
Salinas agregó que se trata del juicio oral más importante de la provincia y de un juicio histórico para el resto del país. «Nunca ha habido un juicio en Mendoza con treinta personas imputadas por terrorismo de Estado. Hemos logrado que en nuestro país se juzgue a los genocidas, y esto sirve para que el día de mañana quién piense en implantar otra vez el terrorismo de estado, lo piense dos veces porque muchos de los que cometieron estos hechos desde el poder fueron juzgados y murieron en la cárcel. Además toda la sociedad argentina salió de manera masiva cuando quisieron aplicar el vergonzoso fallo de la corte del 2×1 e imponer de nuevo la impunidad, y ahora los miembros de la Corte están con serias posibilidades de seer destituidos«, expresó.
Algunos de los que están siendo juzgados son Rolando Evaristo Carrizo, Guillermo Petra Recabarren, Luis Miret y Otilio Roque Romano, que mantuvieron influencia hasta hace muy poco en la justicia local. «Son los jueces que cobraban los mas altos sueldos de la provincia de Mendoza y que estaban en ejercicio en la Cámara Federal de Mendoza, es decir, los mas altos jerarcas de la justicia federal mendocina», explicó Salinas.
El abogado querellante resaltó que en este juicio se se respetaron todas las garantías de los acusados y que se les permitió a cada uno decir lo que quisieran.