Escuchar/Descargar el reporte de Walter Carriqueo, desde Radio Encuentro, Viedma
En Bariloche se desarrolla el juicio por el homicidio de Guillermo «Coco» Garrido, que intenta determinar la responsabilidad de la Policía de Río Negro en la muerte del joven en un calabozo de la Comisaría 12 de El Bolsón donde estaba detenido.
La familia niega la versión de la policía de que se trató de un suicidio y ayer la perito Virginia Creimer ratificó que Garrido fue golpeado.
La abogada querellante Marina Schiffrin coincidió en que hay muchas inconsistencias en la versión policial del suicidio.
«La perito hizo la exhumación del cadáver, porque ya estaba enterrado «Coco», en octubre del año 2011. Cuando hizo la reautopsia en la morgue del Hospital de El Bolsón descubrió que tenía un golpe en la cabeza, en el occipital. A pesar de que ya el cadáver tenía ocho meses enterrado, encontró partes blandas pegadas al cráneo con sangre» explicó Schiffrin.
Pero además de la autopsia al cuerpo, se realizó una pericia psicológica que también puso en jaque la versión del suicidio. «Después se hizo una autopsia psicológica, en la que profesionales hicieron entrevistas y demostraron que «Coco» tenía proyectos de trabajo, de estudio, de viaje, de pareja, de ser papá. Entonces, era imposible que tuviera algo de pulsión suicida. Cero por ciento dijo la perito», agregó.
Las audiencias por la muerte de «Coco» continúan esta semana y habrá que ver si el testimonio de la perito Virginia Creimer cambia el destino del juicio o si la policía rionegrina impone su hipótesis.