Familias del barrio popular de Lugano, alertan que la falta del servicio complica la higienización, quedando más expuestos a problemas de salud y contagios del coronavirus.

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Mientras continúa el alza de contagios de coronavirus en el área metropolitana de Buenos Aires, vecinos y vecinas de la Villa 20 de Lugano siguen sin agua corriente. Un problema de larga data que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aún no resuelve, y que en el actual contexto de pandemia, tiende a agravarse.

El agua potable como insumo básico, imprescindible para la higienización y prevención del virus no está garantizado a pesar de los permanentes reclamos de las familias.

Radio Gráfica dialogó con Graciela González Jara, vecina del barrio desde hace más de 30 años, y referente del Proyecto Comunidad Villa 20, quien expresó la preocupación de la comunidad ante el aumento de casos de coronavirus, y el faltante de agua que sufren desde 2018: “La premisa es lavarse las manos y nosotros estamos sin agua corriente. La ciudad no nos da una solución, más que camiones cisterna que obviamente no dan abasto”, denunció Graciela.

Ante esta medida insuficiente por parte del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, la referente barrial indicó que hay desconfianza en torno a la potabilidad del agua de los camiones cisterna que envía el gobierno de la Ciudad: “Estamos a la buena de Dios, no sabemos si el agua es segura. Son camiones que se conectan a una manguera y van a los tanques de cada vecino, estamos a la merced de que la empresa higienice el tanque cisterna”, cuenta González Jara.

Dicha desconfianza, recae en ciertas consecuencias adversas que vecinos y vecinas han manifestado reiteradamente.

“Algunas mamás contaron que los nenes están con diarrea y dolor de estómago, porque no todos tienen posibilidades de comprar agua mineral para consumir”, argumentó Graciela.

Por otra parte, González Jara destacó la falta de respuestas del gobierno de la ciudad, ante la lentitud en los trabajos de urbanización de la villa. “El barrio está en un proceso de urbanización desde 2016 y las obras de infraestructura vienen muy demoradas, y la verdad que no vemos avances. Hay ‘comprensión’ por parte de los funcionarios, pero con la comprensión no hacemos nada”, sostuvo la referente, al tiempo que señaló que las propuestas de los vecinos no son tomadas en cuenta por los funcionarios de gobierno.

En tal sentido, González Jara manifestó la necesidad de la comunidad de conseguir al menos «una solución provisoria, porque va a pasar mucho tiempo hasta que tengamos las obras definitivas”.

Gráfica - CABA