Ayer se realizó la 97° Asamblea del Consejo Federal de Educación en la que se aprobó por unanimidad el Protocolo Marco y lineamientos federales para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria.

El Consejo Federal de Educación aprobó el protocolo general para retorno a las escuelas. El organismo está integrado por el Ministerio de Educación de la Nación y por los ministerios de todas las provincias, además de representantes del Congreso y de los gremios docentes.

La resolución aprobada de manera unánime bajo el documento «Protocolo Marco y lineamientos federales para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria» establece los lineamientos obligatorios y las recomendaciones generales que permitirá a cada jurisdicción del país elaborar planes progresivos y acorde a sus particularidades regionales, que garanticen el retorno seguro a los establecimientos educativos cuando la situación epidemiológica lo permita.

En algunos distritos, donde el impacto de la pandemia sea más leve, la reanudación de las clases presenciales puede suceder en agosto, como en Catamarca – que es la única provincia que no registró casos desde que la pandemia llegó al país -, San Juan o Misiones, por ejemplo. Mientras tanto, en el resto de las jurisdicciones se evaluará la situación epidemiológica para fijar la fecha de retorno.

Según lo acordado, la vuelta a clases será de manera progresiva, de acuerdo a los criterios epidemiológicos de la pandemia. La asistencia a las instituciones será alternada por grupos de alumnos y alumnas, en distintos días o semanas, para garantizar el distanciamientos social de dos metros.

El protocolo aprobado ayer, durante la 97° Asamblea del Consejo Federal de Educación, establece que antes de la reapertura de los establecimientos educativos deberán desarrollarse capacitaciones para el personal directivo, de supervisión, docente y no docente, así como familias y estudiantes.

Nicolás Trotta, titular de la cartera educativa de la nación y quien presidió la asamblea federal, se refirió a los próximos pasos que se llevarán adelante: “Partimos de una base, como señala el DNU, relacionada a la situación de la circulación del virus; luego, la preparación de las escuelas, garantizar la seguridad e higiene. También, tenemos la obligación de avanzar en las instancias de formación y capacitación del personal docente y no docente de cara a la vuelta a las escuelas, al mismo tiempo que prepararemos a nuestras y nuestros estudiantes y familias para la nueva normalidad de las aulas” .

Durante el proceso de clases se deberán cumplir las pautas de no contacto, implementar protocolos de actuación ante la confirmación de un caso o de un contacto estrecho con un caso confirmado de cualquier persona, detallando el procedimiento que también preserve la privacidad de las mismas. Además se deberán garantizar la desinfección y ventilación de las instalaciones y los espacios comunes y el lavado frecuente de manos.

Los horarios de ingreso y egreso deberán organizarse tratando de separar a estudiantes y docentes de las personas que usan el transporte público para trasladarse a sus trabajos y evitar la aglomeración y saturación de las unidades de transporte.

Previamente, habrá que reacondicionar las instalaciones para mantener las recomendaciones de prevención y bioseguridad. Se deberá señalizar el suelo de los espacios comunes para garantizar la distancia y organizar las filas y se colocará cartelería para comunicar las medidas de seguridad generales y específicas. Los y las docentes utilizarán durante la clase máscaras de acetato y tapabocas que cubra nariz, boca y mentón, y se recomienda que los y las alumnas también dispongan de ese elemento de protección durante todo el tiempo que dure la permanencia en la escuela.

Por otro lado, deberán proveerse los elementos necesarios, como por ejemplo alcohol en gel, jabón y toallas de papel, entre otras disposiciones.

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