Ayer el presidente Mauricio Macri dio inicio a la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que tiene como sede a nuestro país por primera vez en la historia. El gobierno argentino decidió prohibir la participación de más de 60 organizaciones sociales y negó la entrada al país de dos periodistas extranjeros.

La decisión del gobierno argentino de impedir la asistencia de 64 miembros de organizaciones a la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), fue ampliamente repudiada. Además, se prohibió el ingreso al país de periodistas internacionales, entre ellos a Sally Burch, Directora Ejecutiva de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) y promotora del Foro de Comunicación por la integración de Nuestra América (FCINA).

Sally Burch tenía previsto realiza cobertura informativa de la XI Conferencia Ministerial de la OMC y foros paralelos alternativos a desarrollarse del 10 al 14 de diciembre en Buenos Aires. Sin embargo, las autoridades migratorias impidieron su ingreso bajo el argumento de haber proporcionado información inexacta, además de no contar con boleto de retorno. Una infracción, según las autoridades, al artículo 35 de la Ley Migratoria.

En declaraciones a la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER), Sally Burch expresó que «el antecedente es que un grupo de personas inscriptas en la conferencia habíamos recibido el aviso de la OMC de que nuestra inscripción había sido rechazada por el gobierno argentino».

«Es muy grave porque no dieron ninguna justificación», apuntó la periodista internacional y agregó que el gobierno argentino «como país sede están obligados a asegurar la presencia y las visas de las personas que están inscriptas. De estas personas algunas lograron entrar pero dos estuvimos deportadas».

«La explicación por la que me deportaron fue que no les gustron algunas expresiones mías, sobre todo las que hice sobre el comercio electrónico en la OMC, que considero inconveniente para los países en desarrollo y la ciudadanía», señaló

También mencionó que «hubo personas que nunca pudieron sacar la visa para ingresar a Argentina, sobretodo personas de Asia y África».

Desde la red de radios comunitarias lationamericana ALER y de la red argentina FARCO, expresaron su rechazo a la deportación de la periodista Sally Burch. «A la luz de estos hechos, queda claro, que el gobierno argentino busca silenciar cualquier acto o signo que se oponga a los intereses de los gobiernos y grupos de poder enfrascados en el diseño y aprobación de políticas no favorables a los pueblos menos favorecidos del planeta. En consecuencia, el impedimento de ingreso a la Argentina de la periodista Sally Burch es un atentado a la democracia; al ejercicio de la libertad de prensa y expresión y al derecho de los pueblos de estar libremente informados», señala el comunicado de ALER.

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