Lunes 01 de Octubre del 2018 - Paraná

La policía festejó la libertad de dos agentes implicados en un caso de gatillo fácil

Efectivos de la fuerza de seguridad festejaron con una manifestación y caravana de patrulleros el momento en que liberaron a los dos policías implicados en el reciente asesinato del joven Gabriel Guzmán de 20 años.

Escuchar/Descargar el reporte de Pablo Russo, desde Radio Barriletes

Un operativo policial terminó con el asesinato de Gabriel Guzmán el martes pasado, en el popular barrio de Capibá, en la capital entrerriana. El joven de 20 años recibió un disparo por la espalda de parte de un agente de la policía de Entre Ríos.

Su familia denuncia que se trata de un caso de gatillo fácil, y varios vecinos del barrio vinculan el asesinato a un acuerdo entre la policía y narcotraficantes.
Desde la institución, en cambio, sostienen que el sargento Diego Ibalo y el agente Rodrigo Molina actuaron en «legítima defensa».

Cuando, complicidad judicial mediante, liberaron a los dos efectivos implicados, hubo festejo policial que incluyó una manifestación en tribunales de decenas de efectivos y una caravana de patrulleros con sirenas encendidas.

En diálogo con Radio Barriletes, María Guzmán, hermana de Gabriel, relató: “él venía en el carro y los chicos que vivían arriba del supermercado chino empezaron con los disparos. Mi hermano tenía un arma y disparó dos veces, a él se le trabó y la policía no le dio la voz de alto para que él se rinda. La voz de alto se la dan cuando ya lo habían matado de un tiro en la cabeza. La Policía hizo abandono de persona con mi hermano, lo dejó morir en el piso”.

La hermana sostuvo que «el tiro fue de espalda a matar». «Los vecinos le pedían por favor que lo alcen en la camioneta y lo llevaran. Él estaba agonizando y pedía ayuda, él estaba vivo y ellos lo dejaron morir», denunció.

 

La muerte de Guzmán no es un hecho aislado en la provincia, sino que forma parte de una práctica de violencia institucionalizada por las fuerzas provinciales. Recientemente fue condenado un policía provincial por el asesinato de Sebastián Briozzi, ocurrido en Concordia en 2016. Además, se recuerda otro caso de los últimos tiempos de tortura policial en Rosario del Tala.

El asesinato por la espalda de Gabriel Guzmán se suma a los cerca de cinco mil casos registrados en el resto del país desde el regreso de la Democracia.

Vale recordar que en su informe de fines de 2017, la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) contabilizó 725 víctimas de gatillo fácil y muertes en comisarías y cárceles durante el gobierno macrista. Es decir, una muerte por día, en general, de jóvenes y pobres.

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